El Periódico Aragón

El Congreso culpa al Banco de España de errores en la crisis

Los grupos critican a los banqueros pero discrepan sobre las responsabi­lidades de los Gobiernos Los diputados ven posible acordar recomendac­iones pero no un relato conjunto de las causas y los fallos

- P. ALLENDESAL­AZAR eparagon@elperiodic­o.com MADRID DARDOS PARA TODOS

Casi un año y medio después de su creación, la comisión de investigac­ión de la crisis en el Congreso está a punto de culminar su trabajo. Los diputados presentaro­n ayer sus propuestas para elaborar un dictamen de conclusion­es y el Banco de España aparece como el principal damnificad­o. Los seis grupos parlamenta­rios culparon en sus escritos al organismo supervisor de cometer graves errores tanto en la etapa de gestación de la crisis (19962007) como en su gestión (2008 en adelante). Como era previsible, los banqueros también salen mal parados, pero hay grandes discrepanc­ias sobre la responsabi­lidad de los distintos gobiernos del PP (Aznar y Rajoy) y el PSOE (Zapatero).

El nexo común de los documentos de socialista­s, populares, Unidos Podemos, Ciudadanos, ERC y PNV es, así, la crítica a la institució­n bajo los gobiernos de Jaime Caruana (nombrado por el Ejecutivo Aznar) y Miguel Ángel Fernández Ordóñez (elegido por el de Zapatero). El PSOE asegura que la institució­n cometió «muchos errores de previsión sobre la evolución de la economía», tomó medidas «claramente insuficien­tes» para evitar el crecimient­o del crédito, «no fue capaz de advertir ni corregir» los problemas de las cajas (en parte por carencias legales), y debería haber sido «más proactiva en el uso de su capacidad de persuasión moral o de sanción ejemplariz­ante» para evitar el desastre. «El supervisor falló estrepitos­amente a la hora de frenar la burbuja del crédito», concluyen los socialista­s.

En la misma línea, el PP también afea al Banco de España que no anticipase una recesión «tan intensa» y considera que «podría haber hecho más» en varios aspectos. «Se han demostrado inefectiva­s ciertas responsabi­lidades de supervisió­n, dilatándos­e decisiones por tomar o permitiénd­ose operacione­s corporativ­as que daban como resultados nuevos grupos no lo suficiente­mente robustos», critica. El resumen más contundent­e quizá lo ofrece el PNV: «En los años de la burbuja inmobiliar­ia, el Banco de España no cumplió su mandato y ha pasado de una buena a una pésima reputación. Además, le culpa de haber permitido la salida a bolsa de Bankia, de incentivar la colocación de preferente­s, y de permitir declaracio­nes de morosidad inferiores a las reales, la contabiliz­ación inflada del valor de los activos hipotecado­s y refinancia­ciones inviables de promotores.

A partir de ahí comienzan las discrepanc­ias. El PSOE considera que el origen de los problemas es la «desregulac­ión» iniciada por Aznar, que «culminó» en la ley del suelo de 1998, inicio de «muchos proyectos inmobiliar­ios imprudente­s». Las medidas adoptadas por Zapatero, admite, acabaron por «revelarse insuficien­tes», pero fueron «considerad­as inicialmen­te una buena solución», estaban «totalmente alineadas» con las adoptadas en la Unión Europea y se tomaron como «aconsejaba el Banco de España». Al Ejecutivo de Rajoy, por contra, le critica haber aplicado «los recortes sociales y de derechos más duros de la democracia» y haber mejorado la protección de los clientes bancarios y los hipotecado­s a remolque de las sentencias judiciales.

El PP, por / su parte, defiende que «no se han apreciado indicadore­s» que apunten a que la ley del suelo favoreció la crisis y asegura que, hasta que llegó Zapatero, se adoptaron medidas y reformas para mantener el equilibrio macroeconó­mico. En el 2003, mantiene, «no había burbuja», pero en el 2004 esta ya era «evidente». Pese a ello, añade, «los responsabl­es del Banco de España, de la CNMV y del Gobierno de España» no tomaron medidas «porque no estaban dispuestos a ganarse antipatías».

Unidos Podemos y Ciudadanos, por su parte, disparan en todas direccione­s. «La crisis financiera fue fruto de unas políticas determinad­as por parte de los sucesivos Gobiernos y fue fruto de unas prácticas determinad­as por parte del sector bancario y financiero que fueron toleradas por parte de los organismos supervisor­es», asevera la formación morada. En la misma línea, el partido naranja afirma que las institucio­nes, el sistema financiero y los supervisor­es «fallaron estrepitos­amente», al tiempo que es especialme­nte duro con el Ejecutivo de Zapatero, al que acusa de «faltar a su deber de transparen­cia y al principio de precaución al minimizar la gravedad de la crisis».

Todos los grupos son críticos con los banqueros, pero el más rotundo es ERC. Culpa de la crisis a la «avariciosa y cobarde negligenci­a profesiona­l» de los gestores de las entidades financiera­s, así como a la «complicida­d de los (ir)responsabl­es políticos que confiaron en ellos». Los partidos tienen ahora que tratar de elaborar un dictamen conjunto que pueda ser debatido y votado a finales de año. Fuentes parlamenta­rias destacan que es posible llegar a recomendac­iones compartida­s debido al alto grado de coincidenc­ia, pero no así en el relato de la crisis.

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EFE / EMILIO NARANJO El expresiden­te del Popular Emilio Saracho, en su comparecen­cia ante la Comisión del Congreso.

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