Flandes pide sin éxito a Bélgica que replique al veto de España
La región ve «muy hostil» la retirada del rango diplomático a su delegado Borrell habla de «conflicto diplomático» pero el primer ministro belga lo rebaja
La crisis abierta entre el Gobierno español y Flandes va a más. «Es un conflicto diplomático», dijo ayer el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, que el día anterior retiró el estatus diplomático al delegado del Gobierno de Flandes en la Embajada de Bélgica en España, André Hebbelinck, por las palabras del presidente del Parlamento flamenco, Jan Peumans, en las que apoya el independentismo catalán y pone en duda que España sea una democracia.
«Es un acto muy hostil», señaló el ministro presidente de Flandes, Geert Bourgeois, que pidió al Gobierno belga que, en respuesta al paso de Borrell, convocara a la embajadora española en ese país. Bélgica no piensa dar ese paso, señaló el homólogo de Borrell, Didier Reynders. De hecho, el primer ministro belga, Charles Michel, rechazó hablar de «conflicto diplomático» y pidió «responsabilidad» a ambas partes.
Los reproches se cruzaron, sobrevolando el Consejo Europeo en Bruselas que comenzó hace tres semanas, a raíz de la publicación de una carta que Peumans envió a la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, actualmente en prisión preventiva. «El Gobierno de España no cumple las condiciones para formar parte de una Unión Europea moderna y democrática», señalaba.
«UN ACTO DE VIOLENCIA» Junto al ‘expresident’ Carles Puigdemont, el presidente de la Cámara flamenca abundó después en sus críticas a España. «Encerrar a políticos es un acto de violencia», insistió, provocando la drástica decisión tomada por Exteriores el pasado martes.
«No vamos a quitarle importancia a las cosas. España no puede permitirse que, una vez tras otra, el presidente de un Parlamento actuando como tal diga que somos un país que tiene que ser expulsado de la UE. Eso ningún país que se respete lo puede tolerar. Hemos advertido tres veces, y a la tercera va la vencida», argumentó Borrell en los pasillos del Congreso por la mañana. Horas más tarde, desde el Senado, quitó trascendencia a la decisión de Flandes de pedir al Gobierno belga que convoque a la embajadora española.
La representante diplomática, explicó el ministro, responde ante Bélgica, no ante alguno de sus territorios. Pero el Ejecutivo de Flandes no está dispuesto a dejar aquí la crisis. «Es la primera vez que ocurre en la historia de la UE», señaló su presidente en la Radio 1 belga.
Peumans, que al igual que Bourgeois forma parte del partido nacionalista N-VA, insistió en el ataque a España, enmarcándolo dentro de su derecho a la libertad de expresión.
El Ejecutivo catalán anunció su intención de «fortalecer las relaciones con Flandes». El ‘president’, Quim Torra, acusó a Borrell de dedicar «el 100%» de su tiempo a «combatir el independentismo».
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El embajador de Grecia en España, Christodoulos Lazaris, se comprometió a cesar a Turró después de que le citara la introductora de embajadores, Caridad Batalla. Turró, empresario y arquitecto, participó en diciembre pasado, además, en un acto celebrado en el extranjero en el que también estuvo presente el ‘expresident’ Carles Puigdemont, según apuntaron fuentes diplomáticas.