PURA FANTASÍA
El arte, la ilustración y el diseño son los territorios en los que se mueve libremente esta creadora milanesa, para dar vida a muebles, objetos y dibujos, marcados por su personalísimo sello: delicadeza, frescura y búsqueda de la belleza. Moltobello!
Hay personas ( los artistas) que necesitan inventarse otros mundos, con más riqueza, más complejidad, más color... Es el caso de Elena Salmistraro, quien no ha parado de dibujar desde que aprendió a coger el lápiz, creando su propio microcosmos poblado de animales mitológicos, simios, armadillos, monstruos y una “fauna” humana irónica y bizarra, entre otras criaturas. Estudió en un instituto artístico y en 2008 se graduó en la carrera de Diseño Industrial en el Politécnico de Milán. Le fascina el lenguaje secreto de los objetos, capaces de despertar emociones, y esta intención se hace patente en sus diseños, que exhiben una fuerte carga expresiva y un punto poético. Su personal estilo ha seducido a galerías de art-design y a firmas como Bosa, Seletti, Alessi, Texturae, Decastelli, Yoox, etc... Sus obras se han expuesto en varias muestras en Italia, y también en San Francisco, Ciudad del Cabo, Shangái, Santiago de Chile, y en ferias en París, Milán y Estocolmo . ¿Cuáles son los materiales que más te gustan? Obviamente el papel y la cerámica porque son parte de mi historia. Los conozco al detalle y adoro trabajar con ellos: el primero, como papel maché, y la segunda, usando el torno. Cualquier material esconde secretos que necesitan ser investigados en profundidad y descubiertos con el tiempo, y esto es lo que hace que mi trabajo sea siempre nuevo y fascinante.
“Adoro la naturaleza, entendida como el mundo animal y el vegetal. ¡Estaría todo el día viendo documentales”.
¿Qué reglas te gustaría romper? Creo que todas. La experimentación, la creatividad y la imaginación no necesitan reglas. Pienso que lo que se esconde detrás de manierismos inútiles nos lleva a una estandarización y a la esterilidad creativa. Cuéntanos, ¿cómo es tu casa? Un caos en continua evolución. Cada mañana modifico algo, algún mueble, la decoración..., añado cuadros y jarrones, cambio sillas... Es lo que mi marido y yo hemos querido desde el principio, y en la fase de diseño, decidimos considerar nuestra futura casa como un territorio abierto, siempre listo para el cambio y jamás una obra acabada . Estudiaste moda y diseño industrial en el Politécnico de Milán. ¿Te expresas con la moda? Adoro la moda, pero creo que lo esencial es saber cómo interpretarla y decodificarla, sin quedar atrapados por las tendencias, a menudo dictadas por razones puramente económicas. Por supuesto, trato de comunicar, a través de mi aspecto, que casi siempre consiste en ropa customizada o decorada por mí. Trendy o intemporal, ¿qué prefieres? Si por trendy entiendes temporal, opto por lo segundo; si te refieres a contemporáneo o pasado, por lo primero. Espero tener la capacidad de reconocer qué cosas de la moda contemporánea van a permanecer.
L‡pices y papel son lo primero que pongo en la maleta cuando viajo. Son mis herramientas de relajación, la llave de acceso a mi mundo de fantasía”