UNIDOS EN EL ARTE
Los galeristas Louisa Guinness y Ben Brown, dueños de esta casa victoriana situada en Notting Hill, comparten también su gusto por el diseño y la arquitecta Christina Seilern ha puesto en valor ambas pasiones.
El arte y el diseño unieron a Louisa Guinness y Ben Brown, la necesidad de acomodar su vida diaria y su colección de arte llegaron después. En esta casa de estilo victoriano del 1900, en Notting Hill (Londres), han creado el centro de su universo familiar. Liberar las paredes y ampliar los espacios, para poder desplegar en ellas su magnífca colección, fue uno de los requisitos que dictara las pautas aplicadas en la reforma. El objetivo fue dar cabida a su remarcable colección de arte contemporáneo y diseño con piezas de Ron Arad, Tony Bevan, Alighiero Boetti, Gary Hume, Donald Judd, Lalanne, Maruzio Cattelan, Damian Hirst o Vik Muniz, entre otros.
Louisa Guinness, aristócrata irlandesa cuya familia se remonta al mundo de las fnanzas y a la famosa cerveza negra a la que sus an- tepasados dieron nombre, inició su carrera en el mercado fnanciero de la City londinense y desde allí fue haciendo incursiones en el mundo del arte hasta que, en el 2013, abrió una galería de joyas de artista en Mayfair. Sus producciones son interesantes desafíos para los artistas a los que invita a formar parte de su colección. Anish Kapoor, Lalanne, Jef Koons, Michael Craig-martin o Mariko Mori, son algunos de los creadores que han puesto en cuestión las fronteras entre arte y joyería, creando para Louisa Guinness Gallery una colección de piezas únicas que bien se podrían considerar mini esculturas.
Ben Brown nació en Hong Kong y su vida se ha desarrollado desde siempre entre la ciudad China y Londres. Inició su carrera en Sotheby’s y en el 2004 abrió su primera galería en Londres. Cinco años después abrió en Hong Kong su segundo espacio. En el programa de exposiciones de Ben Brown Fine Arts destaca la intersección entre Oriente y Occidente, trabajando con artistas líderes de la escena mundial como Candida Höfer, Miquel Barceló, Vick Muniz, Ron Arad o Lalanne, así como con artistas chinos como Kitty Chou, Wang Keping, Tseng Knwong Chi o Ye Lingham.
Ben y Louisa compraron esta casa doce años atrás y, desde entonces, la familia fue creciendo y las necesidades de su tres hijos, ahora en edad preadolescente, también. En el año 2011 aprovecharon que había que hacer algunas mejoras en las instalaciones de la vivienda, para emprender una reforma y restructuración de la planta baja y del sótano, encargando el proyecto a la arquitecta suiza Christina Seilern. “Seilern Architects tiene su estudio a diez minutos andando desde aquí, lo cual ayudó, aunque lo que realmente fue determinante es que sencillamente la propuesta de Christina era la mejor”, nos cuenta Ben Brown.
> La intervención duró unos 18 meses durante los cuales las distintas salas y habitaciones, que antes fueran de tamaño más bien pequeño, se unieron para formar espacios continuos que respondían tanto a necesidades prácticas como estéticas. “Queríamos una casa muy abierta, con espacios continuos grandes pero sin que se convirtiera en un cubo blanco”, nos cuenta Louisa. Otro de los objetivos fue ganar una nueva planta a la casa, lo cual se consiguió ampliando el sótano para instalar allí la zona de juego de los niños y, además, acoger cuartos de servicio, lavandería, calderas y bodega. Para conseguir la entrada de luz natural en esta zona, el muro de la fachada del sótano que daba al jardín se sustituyó por una cristalera, y se abrió un lucernario ojo de buey en el suelo de la cocina (también es un buen método para tener un ojo sobre los niños durante sus juegos).
La planta baja, a pie de calle, fue transformada para cambiar la disposición de las distintas salas. En la entrada, arranca el pasillo de distribución cubierto de ladrillos hidráulicos hexagonales diseñados por Louisa Guinness e inspirados en los originales de esta casa victoriana. Se produjeron exclusivamente para ellos en Marruecos, creando un colorido tapiz que conduce a la cocina, dejando a la derecha un gran salón continuo con distintas zonas de estar y, a la izquierda el comedor y a continuación la escalera.
La cocina cuenta con una gran isla cuya superficie de mármol de Carrara proporciona sufciente espacio de trabajo para preparar los platos del día a día, con la familia reunida a su alrededor, así como también resuelve las necesidades en los momentos de festas o eventos.
El hilo conductor en toda la casa fue el interés en el arte contemporáneo y el diseño. No queda duda de que Ron Arad es uno de los favoritos encontrando su presencia por toda la vivienda. Sus esculturales muebles y piezas estructurales, como la chimenea, esta última hecha a medida, se combinan con obras de Lalanne, como el Hippopotame Bar, uno de los objetos de deseo en el mundo del coleccionismo; ambos son artistas de la galería Ben Brown. El toque de humor lo aportan las palomas disecadas, obra de Mauricio Cattelan, que forman parte de la instalación titulada Turisti, que el artista italiano presentó en el marco de la Bienal de Venecia, celebrada en el año 1997.
Louisa Guinness y Ben Brown viajan continuamente entre Londres y Hong Kong, además de asistir a otros numerosos destinos internacionales en los que atender a las distintas citas que marca la agenda del arte. Con tanto viaje, da gusto volver al hogar, aunque no pueden evitar llevarse el trabajo a casa. •
NO QUEDA DUDA DE QUE RON ARAD ES UNO DE SUS FAVORITOS. HAY DISEÑOS SUYOS POR TODA LA CASA