IHIPER ACTIVA!
Con hallazgos de mercadillos, arte propio y una visión muy personal, la fotógrafa Marine Palayer ha hecho suyo, sin que pierda su porte aristocrático, un dúplex situado en un castillo a las afueras de Lyon.
Los suelos de terrazo del pasillo, las boiseries de las paredes, los techos altos, las puertas y la escalera de madera de este dúplex delatan su origen noble. Su propietaria, la fotógrafa Marine Palayer, tampoco ha hecho nada por ocultarlo. Alojado junto a otras cuatro viviendas en un castillo levantado a mediados del siglo XIX, en una colina a las afueras de Lyon, estas aristocráticas dependencias se han convertido en el hogar de la artista y su familia. “No quería que nuestra nueva vida afectara el alma original de la casa: era importante que los rasgos característicos de su pasado permanecieran a la vista”, explica. Aunque la idea de vivir atrapada en otra época o no dejar su impronta nunca se le pasó por la cabeza. La planta baja, antes dividida en varias estancias, no se ajustaba a los gustos y necesidades de sus nuevos habitantes, por lo que Marine decidió derribar tabiques para crear espacios fluidos e interconectados, donde la luz, sus dos hijos y tres perros camparan a sus anchas. La cocina fue el único área en la que trazó una frontera con unas puertas de cristal rescatadas de una demolición que pueden abrirse o cerrarse a voluntad, aunque, según confesa, la mayoría del tiempo están abiertas. La reforma estructural no subió al segundo nivel, que se mantuvo igual que lo encontró, ya que la distribución y el número de habitaciones eran adecuados.
Una vez fjadas las bases, esta artista hiperactiva pasó a impregnar con su personalidad cada rincón de la propiedad. En la mayoría de los espacios optó por pintar las paredes de un blanco impoluto que deja el protagonismo a la decoración, en tonos naturales y pasteles, y a los elementos originales de la construcción. Una vez más, fue en la cocina, su estancia predilecta, donde se tomó la licencia de discrepar, cubriendo sus paredes de un azul muy vivo que busca ( y consigue) enfatizar las partículas que componen el terrazo del pasillo. Marine afrma que la mezcla de estilos la realiza “par hasard” pero, detrás de la ecléctica y a la vez muy coherente elección de piezas de mobiliario, se percibe claramente que nada se produce por casualidad y que la avalan sus años de experiencia como estilista en decoración. Con buen ojo, ha rescatado muebles olvidados en chamarileros, en el mercado de Les Puces de Lyon, y en tiendas de segunda mano, y las ha combinado con piezas artesanales y con nuevas adquisiciones del catálogo de diseñadores actuales, como Patricia Urquiola o Tom Dixon. Las obras de arte que pueblan las paredes de su casa son, en su mayoría, fotografías que ella misma ha capturado en viajes o en sesiones de estudio y que ha conjugado con otras de amigos y de creadores a los que admira. Hacer convivir en armonía mobiliario de épocas, estilos y orígenes tan dispares, ha dado como resultado un interior atemporal que dialoga y resalta la historia del castillo y escapa deliberadamente de las tendencias. Pero la cabeza de Marine nunca descansa y esta casa vital, poco convencional y con un espíritu bohemio, está en constante cambio. Es su fel refejo.
“ERA IMPORTANTE QUE LOS RASGOS CARACTERÍSTICOS DE SU PASADO PERMANECIERAN A LA VISTA”
“FUERON LOS ESPACIOS DE LA CASA LOS QUE ME GUIARON EN LA ELECCIÓN DE COLORES”
Eje de simetría. En el baño, lavabos originales de la casa; espejos, de House Doctor, y alfombra comprada en Marrakech. Secretos de alcoba. Bajo estas líneas, el dormitorio de Marine, con papel pintado Kandy, de Élitis; cama, de Les Puces du Canal; sábanas, de Merci; mesilla, de Brocante Ile de Ré, y flexo, de Muuto. Sobre la cama, desnudo de Boris Dumont y fotografías La Dameaubac y Cematin, de Marine Palayer. Junto a la chimenea. En la otra página, otra perspectiva del dormitorio. Butaca y espejo, de Les Puces du Canal; zapatos, de Chie Mihara; lámpara de lunares, de La cerise sur le gâteau, y de techo, de Ay Illuminate, y alfombra Mangas, de Urquiola para GAN.