REALIDAD DISTORSIONADA
En siglos pasados los grandes espejos decorativos eran un lujo sólo al alcance de la realeza y la nobleza debido a su elevádisimo coste de fabricación. Ahora, son elementos habituales en arquitectura de interior y permiten crear ilusiones ópticas como esta columnata, diseñada por el estudio Oitoemponto para cerrar parcialmente el hueco de una escalera
Fue en el Renacimiento cuando varias mejoras técnicas permitieron crear espejos de superficie clara, de mayor tamaño y que no deformaban las imágenes. Gracias a ellas en este dormitorio el exterior se asoma al interior a través de un gran espejo que da la sensación de ausencia de tabique. Lámparas de mesilla Castore, de Artemide, y focos colgantes Parentesi, de Flos.