OLAFUR ELIASSON
EL ARTISTA QUE CAPTURA EL SOL olafureliasson.net
Aclamado por sus monumentales instalaciones artísticas que celebran los elementos, como el agua, la luz solar, el viento, este artista danés está decidido a protegerlos. En 2003, mientras brillaba el deslumbrante “sol” que instaló en la Tate Modern de Londres en su célebre “The Weather Project”, Eliasson sintió que algo cambiaba. “Hasta entonces había pensado en nuestro planeta como en beneficio de la humanidad, pero repentinamente me di cuenta de que la verdad era lo contrario”. Este creador ha diseñado también objetos que contribuyen al desarrollo de comunidades desfavorecidas, y de refugiados e inmigrantes. Uno de estos es la Little Sun, una lámpara portátil de luz LED que se carga con energía solar, y que creó en 2012, en Berlín, pensando en los 1.100 millones de personas que viven en el mundo sin electricidad. Su lanzamiento marcó un antes y un después para millares de personas en el África subsahariana. El año pasado vio la luz una nueva versión, la Little Sun Diamond, que incluye un soporte, de modo que también puede usarse sobre una mesa o escritorio para trabajar, estudiar o leer. “La Diamond tiene un diseño realmente cool. Los jóvenes la ven como un objeto de deseo. Está hecha de 20 gramos de plástico biodegradable y tiene una vida útil de cinco años. Comparada con los litros de queroseno que se necesitan para alimentar una lámpara tradicional, 20 gramos de plástico, no es nada. Ésta lámpara reduce drásticamente la contaminación”. Con la compra de una de ellas, se envía otra idéntica a una localidad africana a un precio muy asequible. “Si consigues una de estas lámparas, tu vida cambia”, continúa. “En África, cuando los niños van al colegio, la cuelgan en sus mochilas. Los conductores pueden
verlas, así que los niños están menos expuestos a ser golpeados por un coche. En el colegio, ellos la ponen a cargar en la ventana, y cuando regresan a casa por la tarde, aportan luz para toda la familia. Eso les hace sentirse útiles. Las tiendas que solían cerrar cuando caía la noche, pueden permanecer abiertas, Los pueblos han vuelto a la vida”. Consciente de que el clima se ha convertido en una preocupación pública, Eliasson trabaja ahora con varias organizaciones sin fines de lucro. “Pienso que los diseñadores deberían interesarse en el tema de la educación, especialmente a las chicas, para ayudarlas a tener menos hijos. La crisis demográfica y la migración dependen de esto. Tengo que tener esto en cuenta en mi trabajo como diseñador”, afirma.
En 2017 la Bienal de Arte de Venecia fue escenario de otra de sus acciones de impacto social, un taller-instalación artística, en el que refugiados y desplazados de países golpeados por desastres y conflictos bélicos fueron invitados para el montaje de su lámpara Green Light, una fuente de luz modular hecha con materiales reciclados. Una extensión de este proyecto, la colección de estanterías y mesas modulares Green Light, fue presentada en el Salón del Mueble de Milán 2017, obteniendo el premio de diseño EDIDA 2018 en la categoría de mobiliario. Como el gran artista que es, Eliasson es un convencido de que la belleza y la ayuda a los demás pueden ir de la mano.
“Quería que mi obra ayudara a las personas a entender mejor el mundo natural. Y a pensar en cuál es el origen de la energía que consumen.”
EL PODER DE LA ARTESANÍA www.monicaforster.se
Cuando la diseñadora sueca Monica Förster comenzó a colaborar con la compañía bosnia Zanat, hace algunos años, tal vez no imaginó el impacto que tendría esta relación profesional en el enfoque total de su trabajo. Esta empresa ha apostado por la sostenibilidad en sus procesos productivos y la responsabilidad con su comunidad local y su país; y no sólo respeta el medioambiente, sino también preserva una técnica artesana ancestral de tallado de madera, llamada Konjic, y que ha sido reconocida como herencia cultural de la humanidad por la UNESCO. “Permitimos que sea el tallador el que interprete nuestros bocetos de las tallas”, señala Monica. Al facilitar que sean los artesanos los que expresen su creatividad con patrones dibujados directamente sobre la superficie de la madera, no hay dos objetos exactamente iguales. Al dar un espacio para la artesanía en un mundo dominado por la producción masiva, y realizar productos de alta calidad con madera biodegradable, reciclable y natural, bosques bosnios bien regulados, Zanat está apostando por la sostenibilidad.
Förster ha visto el crecimiento de Zanat, que de ser una pequeña empresa familiar se ha convertido en un productor global, aumentando sus instalaciones, creando puestos de trabajo adicionales y formando a una comunidad local en un país aún afectado por las secuelas de la guerra y con un alto desempleo. La creadora sueca afirma que las prácticas de sostenibilidad universal de Zanat han tenido un efecto positivo sobre su proceso de trabajo. “Me he vuelto más consciente del tema y también trato de influir en otros productores para que se muevan hacia ese camino”, afirma. “La colaboración y el intercambio de ideas es una gran manera de aprender y de crecer”. Varios premios de diseño han reconocido el valor de las piezas surgidas del tándem Förster y Zanat.
Otra inciativa de Monica es un taller creativo para la empresa de mobiliario sueca Swedese, dirigido a diseñadores y artesanos para desarrollar nuevos productos con los sobrantes de madera reciclada de la producción de la firma. La idea es promover la investigación y experimentación con procesos de manufactura y diseño alternativos.
“No trabajo con tendencias y estilos, sino con ideas y conceptos. No sabes si nuestros diseños se han creado hoy o hace 20 años. Lo mejor que puedes hacer es cambiar los hábitos de consumo para comprar cosas intemporales y de calidad”