MEMBERS ONLY, PLEASE
Tan exclusivo como excesivo, el mítico club privado londinense Annabel’s reabre sus puertas con una impresionante puesta en escena firmada por el estudio de diseño de Martin Brudnizki.
Hablar del Annabel’s es repasar un pedacito de la historia londinense de las últimas décadas. Desde que en 1963 el empresario británico Mark Birley abriese el club y lo bautizase con el nombre de su esposa, las paredes de este mítico local han atesorado los secretos de los más ilustres invitados. Cuentan que Frank Sinatra fue uno de sus primeros socios, que la reina Isabel II estuvo aquí con su amiga la condesa de Airlie tomándose un ginmartini, que a los Beatles les negaron la entrada por no ir convenientemente calzados, que Mick Jagger es el único que podía incumplir el estricto dresscode y que Lady Di y Sarah Ferguson estuvieron de festa vestidas de policías... Royals y celebs han sido invitados habituales a las noches del Annabel’s. La lista es extensa: Jack Nicholson, Elizabeth Taylor, Joan Collins, Ella Fitzgerald, Naomi Campbell, Kate Moss, Tom Cruise... En 2007, el club pasó a manos del magnate Richard Caring, y en 2014, para celebrar sus 50 años, se estrenó el documental A String of naked lightbulbs producido por Ridley Scott.
Parecía una especie de despedida pues el club cerró sus puertas poco tiempo después. Su reapertura este otoño, en el 46 de Berkeley Square (a dos puertas del emplazamiento original), ha sido el acontecimiento del año. Tras una inversión generosa (se habla de 55 millones de libras) y el brillante trabajo del estudio de diseño Martin Brudnizki, el resultado es una exquisita mansión georgiana de cuatro plantas que alberga comedores privados, bares, salones de fumadores... y, por supuesto, el nightclub. Inspirada en el jardín del nuevo edificio, en el verdor de Berkeley Square y en la excentricidad inglesa, la decoración del nuevo Annabel’s es una extravaganza llena de obras de arte, mármoles, candelabros de cristal de Murano, papeles pintados de De Gournay, muebles de Peter Marino, sedas de Pierre Frey, detalles cerámicos de Maison Lucien Gau...
NUEVOS TIEMPOS PARA EL CLUB
Ahora el Annabel’s abre desde las 7:30 de la mañana hasta las 3 de la madrugada y su primera regla, “respeta el club como si fuese tu casa”, así como las normas sobre discreción con la toma de fotografías y el uso restringido del móvil resume el clima que se espera crear.
El nuevo Annabel’s ya se ha convertido en el place to be de Londres donde grandes fortunas, royals y celebs disfrutan de su exclusividad
Adaptados al siglo XXI, en Annabel’s no son tan estrictos con el dresscode como en el pasado, pero no se permiten “vaqueros rotos, deportivas gastadas y sucias, gorras de béisbol, ropa de gimnasia y camisetas desaliñadas”, y los caballeros deben entrar con blazer o americana después de las 6, aunque se la pueden quitar dentro. Una norma curiosa que refleja la modernidad del club es que las reservas para cenar para más de cuatro invitados deberán ser grupos mixtos. En otra época, hablar de dinero hubiese sido una ordinariez pero los tiempos cambian y ahora las cuotas de membresía ya han sido publicadas por los diarios ingleses: 2.750 £ anuales y un fee de ingreso de 1.250 £. Aunque no basta con querer ser miembro y pagar: el postulante debe ser invitado por dos socios y su candidatura, aprobada por un comité. Y es que la exclusividad, al menos la del Annabel’s, no se puede comprar.