AMOR A CIEGAS.
En Copenhague, la interiorista Pernille Hell vive rodeada de diseño e insólitas esculturas.
Encontrar un hogar más conceptual que el de Pernille Hell en Copenhague es bastante difícil. Ella es la fundadora de la exclusiva tienda de diseño y estudio creativo SACRECOEUR y, tal y como nos dice, son las formas escultóricas de los muebles y el uso de materiales únicos los que marcan la diferencia. Pernille había vivido varios años al norte de esta ciudad, en la periferia, perdiendo la oportunidad de ser parte de la capital y su historia. Finalmente optó por mudarse a la ciudad con su hija y tuvo la suerte de encontrar un apartamento clásico de 150 metros cuadrados con suelo de madera y techos de estuco justo al lado de la Iglesia de Frederik, en pleno centro de la ciudad. “Me encanta Copenhague, está repleta de historia, arte y experiencias culinarias. El área alrededor de la Iglesia de Mármol, con sus esculturas vistas por todas partes, sus bonitos detalles y los contrastes con la arquitectura contemporánea, es única”, dice la diseñadora.
La casa de Pernille es toda un puesta en escena del universo creativo que supone su trabajo. Un lienzo en blanco de techos altos y suelos de madera recuperada sobre el que destacan piezas de un alto valor artístico. Muchos de los muebles escogidos por la diseñadora fueron comprados en subastas internacionales o en algunos de sus múltiples viajes. “Siempre trato de encontrar objetos únicos y tengo un talento especial para saber inmediatamente cuándo es el objeto correcto”, nos cuenta la diseñadora danesa.
Su apartamento aboga por una distribución típicamente nórdica donde las estancias se comunican entre sí facilitando que la luz natural inunde las habitaciones, algo que en una ciudad como Copenhague se convierte en un verdadero lujo, casi imposible.
Pernille ha conseguido crear una atmósfera relajada, sencilla, exenta de grandes coloridos y tremendamente respetuosa con la arquitectura existente. Su amor por los objetos de otra época se enfatiza en cada rincón. Se siente cómoda rodeada de historia y no hay estancia que no nos sorprenda, sin abrumarnos lo más mínimo por ello. “Una casa debe ser emocionante, un lugar donde puedas descubrir y ser sorprendido. Y debe haber humor, es agradable reírse un poco”, añade. A pesar de la seriedad que brinda el contraste de las delicadas piezas de latón con las de cristal, del blanco generalizado con el añil de las esculturas o el de los objetos de metal sobre el suelo de madera presente en los diferentes salones, el móvil que cuelga sobre la cama de la habitación principal nos habla de esa capacidad para mezclar piezas de un modo inusual y divertido. “Tu hogar es parte de ti y refleja toda tu vida y tu desarrollo personal. Los buenos diseños viven para siempre y continúan siendo los clásicos actuales. Me gusta cuando los objetos aún encajan sin importar el espacio y el tiempo, debido a su forma y material único”, concluye Pernille Hell.