VIAJE INTERIOR.

Una sorprendente y equilibrada puesta en escena del estudio Transition ID en París.

La luz teatral de París se cuela entre los balcones de esta casa llena de matices lúdicos y escenarios cambiantes. Una puesta en escena que sorprendentemente, gracias al estudio Transition ID, no resulta artificiosa, hay equilibrio ambiental y una armonía que queda remarcada por prismas múltiples y cambios de color.

CONTRASTES LÚDICOS DE PIEZAS AÑOS 70 OTORGAN UNA IDEA SORPRENDENTE DE CALIDEZ Y EVASIÓN

DESTELLOS DORADOS EN UNA ENTRADA QUE ES UN ELOGIO A LA SOMBRA. CONTRASTE MÁXIMO ENTRE LA PINTURA AZULADA OSCURA Y LOS APLIQUES METÁLICOS

Geraldine y su marido Edouard disfrutan del cambio y la diversidad de cada estancia y cada detalle de esta casa en el centro de París. De la luz total pasan a una oscuridad llena de matices y viceversa. Los juegos entre las piezas de piel, los guiños años 70 o las reminiscencias de la pintura dorada de Klimt caracterizan los espacios principales.

El estudio de interiorismo de Carla Lopez and Margaux Meza, junto con la pareja de propietarios, han estado de acuerdo en no tener escrúpulos a la hora de mezclar procedencia de las piezas, épocas y estilos. Ambientes oscuros más intensos en la entrada, con la frescura del salón, y la cocina subdivididas por una celosía de madera clara, que deja pasar la claridad y permite la comunicación entre los espacios. La funcionalidad y la comodidad fueron una premisa fundamental, los tres niños de corta edad fueron la razón primera de la remodelación de la casa. Sin embargo, la vivienda no perdió identidad, por el contrario, desencadenó una inquietud por la singularidad y los efectos sorpresa, que se observan desde la entrada oscura con destellos dorados –de los apliques de luz-. Efectos teatrales que redundan en la configuración de diversos pequeños escenarios muy bien diferenciados.

“La cocina está hecha específicamente para el espacio, piezas de madera artesanales, realizadas por prestigiosos ebanistas. Podemos hablar de contrastes masculinos y femeninos que armonizan en un efecto único de cambios de ambientes”, comentan las interioristas. Las diseñadoras fueron contratadas tras un encuentro de la dueña de la casa con su perfil en Instagram, un cruce fortuito que desencadenó un trabajo intenso entre Geraldine y Eduard con el dúo de diseñadoras. “Debemos destacar especialmente el despliegue floral y vegetal de los cuartos, un cambio radical en las zonas de menor luz, donde se transmite el frescor de un bosque o de una selva. Continúa el viaje interior de esta casa hacia un jardín florido y hermoso en los cuartos de descanso nocturno y juegos de los niños. En estas zonas se repite la sensibilidad y el buen sentido, tanto en las interioristas como en los propietarios de la casa, en las buenas mezclas de piezas conocidas de diseñadores históricos como Gio Ponti, Joe Colombo, Gae Aulenti y actuales como Patricia Urquiola. Los niños se mueven entre la luz total con reflejos dorados del salón y las piezas lúdicas y mullidas de Colombo a la oscuridad, y de la oscuridad a la exploración

• de sus juguetes entre efectos vegetales.

LOS REFLEJOS MISTERIOSOS EN LA OSCURIDAD SON UN EFECTO ASIÁTICO MILENARIO. LOS MATICES DE LOS ESPACIOS APARECEN CON DESTELLOS VARIABLES DE LUCES Y SOMBRAS EN EL SUELO

Armonía circular. Formas curvas que solo se rompen con las líneas gráficas de la alfombra de Beni Ourain. Círculos en los espejos convexos de inspiración flamenca de Sorcières byLes passions de Tom, en el mullido sofa vintage de De Sede, la mesa central de Willy Rizzo, Damien Tison y la lámpara de Gae Aulenti, clasicismo francés con toques italianos y nórdicos.

Líneas y curvas. El juego de círculos y líneas que se cruzan, también en la celosía de madera que separa los espacios. Pero, sobre todo, el protagonismo es para la gran butaca roja, de Joe Colombo, y la mecedora, de Knoll. Sobre la chimenea, policromada con motivos dorados y negros, la ceramica rústica de Mosaic del Sur.

Claridad dorada. Una intensa luz exterior que impregna la madera y aporta destellos rosados y azulados, tanto en el suelo como en las sillas y el frente de la cocina, diseñado por el estudio de interiorismo Transition ID. La cocina es en su conjunto casi un “trampantojo”, no parece lo que es, se esconde en un escenografía conceptual de luz dorada. La mesa es de Sentou Gallery; las sillas rosadas, de Gubi diseñadas por GamFratesi, y la encimera de mármol de Carrara. El contraste lo pone en el frente, la brillante cerámica azul turquesa de Bitossi y el gran candelabro, de Gaetano Sciolari de Damien Tison en París.

Cocina preciosista. El estudio parisino de Carla Lopez and Margaux Meza ha diseñado todos los detalles de esta cocina, que se esconde de si misma en una suerte de cajas de madera para resguardar la evidencia. La cocina es delicada y femenina, como una caja de música que podría comenzar a sonar con la apertura de cada cajón y de cada puerta del armario.

Detalles íntimos. Un “altar” presidido por una fotografía del director de cine Hitchcock; una mariposa cazada el vuelo y pequeñas figuras humanas esculturales, detalles y recuerdos que identifican la memoria de las personas que viven y disfrutan de la casa.

Contraste drástico El gris oscuro y azulado de las paredes denota una intención dramática o, al menos, un cambio de enfoque que imprime en el recorrido de la casa su posición teatral definida. Destaca la estantería hecha a mano por artesanos, con unas formas curvas que aportan movimiento y gran dinamismo. En la otra página, banco Love Seat de dos colores, reedición de Ercol, diseño de 1955.

Niños muy bien equipados. Un mueble Mickey Mouse, diseño de Pierre Collen, y una mecedora roja preside el cuarto infantil. Una Eames Plastic Armchair RAR, de Vitra, para dar dinamismo a la estancia. Un detalle de color intenso y brillante sobre el verde imperante en cortinas, alfombra y papel pintado con motivos vegetales.