DESTINOS FOODIE
Referentes turísticos por derecho propio, añaden un inesperado y delicioso giro gourmet a su ya deslumbrante oferta.
Eindhoven, Lisboa, Budapest, Tallín y Venecia despliegan su tirón como referentes del turismo gastronómico.
Piet Hein Eek Casi en mitad de la nada, el diseñador Piet Hein Eek ha instalado este espacio, que es taller, tienda y restaurante. Aquí integra sus muebles de madera reciclada y otras obras de Dutch Design (Halvemaanstraat 30. Precio medio: 35 €). Aprazível Se traduce como lugar agradable para estar. Ofrece cocina casera con alma portuguesa y brasileña y un punto de emoción contagiado por el amor de sus dueños hacia España (Bergstraat 3F. Precio del menú Chef ’s Surprise: 33 €). Calypso Una mítica frutería convertida en lo que podría ser la sala de estar de casa. En el jardín también puedes disfrutar de buenas sesiones de música en vivo (Stratumseind 83. Precio medio: 30 €). Radio Royaal Muebles desparejados junto a maquinaria antigua. Ubicado en lo que en su día fue una central eléctrica, su comida de raíces germanofrancesas enamora (Ketelhuisplein 10. Precio del menú: 32 €). Beanbrothers Coffee Controlan la calidad del producto desde su origen y presumen de contar con el mejor café de la ciudad. Su pastelería es corta pero deliciosa (Bergstraat 14a. Precio medio: 9 €). Intelligentia ICE En esta heladería –a modo de taste bar– de aire industrial, arriesgan a la hora de mezclar el chocolate con inéditos sabores. Sus helados de caramelo salado y de macaron son increíbles (Leidingstraat 43. Precio medio: 6 €). Valenzia Cocina Mediterrasian –sin llegar a la fusión– pensada para compartir y firmada por el chef valenciano Adrián Zarzo, quien ha llevado las croquetas de su abuela y la fritura hasta la ciudad holandesa (Stratumseind 103. Precio medio: 25 €).
Down Town Gourmet Market El último punto de encuentro para los amantes de la street food: veinte restaurantes mini para todos los gustos, en un acogedor comedor (Smalle Haven 2-14. Precio medio: 15 €).
Kollázs En el Gresham Palace (exponente del Art Nouveau) y con vistas al Danubio, su decoración recoge la esencia de los legendarios cafés húngaros y su carta se concibe a modo de collage (kollázs), entre la cocina local y la francesa (Széchenyi István tér 5. Precio medio: 45 €).
Émile El high tea lleva el nombre de esta villa de los años 20, situada en las colinas de la ciudad. En sus maravillosos jardines puedes probar los platos de temporada de Tóth Ágnes (Orló u. 1. Precio medio: 30 €). ESCA Con sólo 16 servicios, este restaurante estudio ha conseguido hacerse con una estrella Michelin gracias a la propuesta de Gábor Fehér, que mira a los países nórdicos sin olvidarse de los clásicos húngaros. Es imprescindible probar el gulash (Dohány u. 29. Precio del menú: 50 €). Szimply Llevan el concepto del brunch hasta las últimas consecuencias, al apostar por productos de temporada, pan hecho con masa madre y el ya necesario culto al concepto barista. Sólo acoge a 15 personas, así que opta por un desayuno muy madrugador... o tardío, si la noche anterior se complicó (Károly krt. 22. Precio medio: 25 €). Mazel Tov O buena suerte, en hebreo. Un espacio cultural, con jardín urbano incluido, en cuyo restaurante encontrarás comida tradicional judía y de Oriente Medio. Perfecto a primera hora, para reunirse con amigos y para palpar la escena nocturna de la ciudad (Akácfa u. 47. Precio medio: 25 €).
Tábla De los promotores de ESCA (está justo al lado), presume de uno de los mejores almuerzos de Budapest. Más que recomendable su sándwich de cuatro quesos fundidos (Dohány u. 29. Precio medio: 15 €).
Gerbeaud En plena plaza Vörösmarty, es uno de los cafés más antiguos de Europa (tiene 160 años) y el más popular –y turístico, claro– de Hungría. Prueba su tarta Dobos (Vörösmarty tér 7-8. Precio medio: 12 €).
O Watt Kiko Martins sube el voltaje de la sede del grupo eléctrico EDP, donde se encuentra su restaurante, diseñado por Jasper Morrison y con recetas que huyen de la mantequilla y la fritura (Av. 24 de Julho 12. Precio medio: 50 €).
Cantina Peruana En la primera planta del restaurante Bairro do Avillez, se concentran los sabores más actuales del país latinoamericano, gracias a la maestría del chef Diego Muñoz. Prueba el Chilcano, un mix de pisco acholado con ginger ale (Rua Nova da Trindade 18. Precio medio: 25 €).
Hello, Kristof Ambiente escandinavo, revistas internacionales, aroma a café arábigo... Es lo que te espera en este templo (Rua do Poço dos Negros 103. Precio medio: 5 €).
Spleen Una productora de cine y un crítico de música bautizaron con el nombre de Spleen –bazo, en inglés– el café del Museo Nacional de Arte Contemporáneo del Chiado. ¿El motivo? Los griegos pensaban que en esta zona de nuestro cuerpo residían los estados de ánimo, así que... ¿Se te ocurre algo mejor para darte una alegría que la cocina orgánica de Elisa António? (Rua Serpa Pinto 4. Precio medio: 10 €).
Optimista En el sótano de la galería Plataforma Revólver, Pureza, una cabeza de unicornio, te da la bienvenida. Pide su ensopado do mar: una sopa de bacalao con puerro, algas kombu, huevo escalfado y dashi, el caldo clásico japonés (Rua da Boavista 86. Precio medio: 30 €).
Dear Breakfast Si el desayuno es tu comida favorita del día y les rindes culto a los huevos Benedict, este es tu sitio (Rua Gaivotas 17. Precio medio: 14 €).
Infame Su carta es un reflejo de las nacionalidades que imperan en el efervescente barrio de Intendente. Un ejemplo es la Pasta valmor: fideos con bok choy, la col china, y salsa de soja (Largo do Intendente Pina Manique 4. Precio medio: 25 €).
Venissa Sensibilidad y armonía mandan en la embriagadora cocina que dirige Francesco Brutto, estrella Michelin y mejor chef italiano joven en 2017, en este bucólico wine resort, ubicado en la isla de Mazzorbo (Fondamenta di Santa Caterina, 3. Precio del menú degustación: 120 €). Osteria Anice Stellato Pequeño, tranquilo y encantador. Se trata de uno de esos restaurantes que adoran los vecinos y que seducen a los turistas. No olvides reservar... ni degustar sus postres (Fondamenta de la Sensa, 3272. Precio medio: 100 €). Antiche Carampane Una de las clásicas trattorias de la ciudad, por la que se dejan caer no pocas de las celebrities que acuden al festival de cine. Imprescindible su fritura de camarón y calamar (Rio Terà de le Carampane, 1911. Precio medio: 70 €). Met La gastronomía tradicional italiana experimenta una vuelta de tuerca en este sorprendente restaurante, en el que se dan la mano los mundos del arte, la moda y la naturaleza (Riva degli Schiavoni, 4149. Precio del menú Experience: 160 €).
AMO Sofás a modo de góndolas, frescos de espíritu carnavalesco... El diseñador Philippe Starck reinterpreta el universo veneciano en un exclusivo café de aire casual ubicado en los lujosos almacenes T Fondaco dei Tedeschi (San Marco, 5556. Precio del menú degustación: 80 €).
Local Han recurrido a artesanos de la zona. Y los productos, orgánicos, también son de proximidad. Matteo Tagliapietra, formado en Noma, consigue aportar un modern twist a la cocina de siempre (Salizzada dei Greci, 3303. Precio del menú: 75 €).
Ribe Ubicado en la calle donde hace siglos se asentaron los monjes de la ciudad danesa de Ribe, este hotspot combina técnicas culinarias francesas e ingredientes locales (Vene 7. Precio medio: 35 €).
Paju Villa En el interior de un imponente caserón aristocrático, se esconde un restaurante de diseño, en el que la pasta y los vegetales son los platos estrella (Vabaduse puiestee 88. Precio medio: 25 €).
Juur Con las recetas de sus ancestros en la cabeza, Kaido Metsa transforma las verduras de la aldea de Kaika, las plantas que habitan la isla de Saaremaa y la carne de oveja ecológica de los ganaderos del norte en auténticos manjares del siglo XXI (Valukoja 10. Precio medio: 35 €).
Klaus Kohvik Cerca del puerto se ubica este café tan cool. Hazte un hueco en su patio mientras encargas un Campari con soda como aperitivo y ves cómo fondean los barcos (Kalasadama 8. Precio medio: 8 €). NOA Todas las mesas de este cubo de cristal, enmarcado con placas de ceniza térmicas y madera de pino, miran hacia el golfo de Finlandia, el casco antiguo de la ciudad y su bahía. En la carta se concentra lo mejor del mar y la huerta báltica (Ranna tee 3. Precio medio: 30 €).
OKO Resto Ubicado a apenas media hora de Tallín, en la villa de pescadores de Haabneeme, este enclave, con sus gigantescos ventanales asomados a la playa y de toques marinos, te hará sentir como si estuvieses en tu propia casa. Si la sobremesa se alarga, tras el festín de marisco, siempre puedes quedarte a dormir en una de las habitaciones del piso superior (Kesk tee 277. Precio medio: 40 €).
Cru En un edificio del siglo XV, Dmitri Haljukov, chef top de Estonia, te seduce con arenque encurtido y patata, salchicha de ciervo y colinabo, perca rebozada y puré de perejil... (Viru 8, Precio medio: 35 €).