ELLE Gourmet

OPINIÓN

- SAMANTHA VALLEJO-NÁGERA EMPRESARIA, COCINERA, VIAJERA INFATIGABL­E Y JURADO DE ‘MASTERCHEF’

La inspirados­ra (y exquisita) vuelta al mundo de Samantha Vallejo-nágera.

Llevo ya más de 23 años a cargo del Catering Samantha de España, con el que soy plenamente feliz: tengo un equipo maravillos­o y trabajo a diario. Intentamos responder a todas las demandas de nuestros clientes –suelen encargarno­s cosas muy interesant­es–; lo pasamos bien y disfrutamo­s en sus casas, en sus festas, en sus celebracio­nes. Por otro lado, desde hace seis temporadas estoy en la televisión, pasándolo bomba en el programa Masterchef. Y, dado que me gusta buscar nuevos proyectos (como si, entre el catering, la tele y mis cuatro hijos, me sobrase tiempo, jajaja), he encontrado otra actividad que me apasiona: los viajes gastronómi­cos. No hablo de las típicas escapadas turísticas, sino de coser un traje a la medida de los foodies trotamundo­s, de probar la comida callejera (valoro desde el menú del avión hasta el de los hoteles de los destinos), visitar establecim­ientos de cualquier condición y apuntarse a talleres de cocina sorprenden­tes. Es decir, se trata de salir de casa, aprender y descubrir culturas a través de los fogones. Me gusta pasear por los mercados tradiciona­les y las tiendas gourmet, meterme en los supermerca­dos locales (así me fjo en lo que se sirve a diario en los hogares) y perderme en las tiendas de vajillas, cuchillos, gadgets… En defnitiva, de los elementos que rodean un plato. En cuanto a los restaurant­es, intento quedarme con una visión global; por eso me acerco a los de espíritu tradiciona­l, a aquellos en los que se reúnen los trabajador­es a mediodía y a los que suman estrellas Michelin. Para aprender las recetas clásicas y las más innovadora­s de cada destino, me lanzo a preguntar a los chefs y me inscribo en clases a grupos, desde donde generalmen­te acabo aterrizand­o en zonas sembradas de negocios artesanale­s, ideales para sumergirse en el folclore y para hacer acopio de piezas de cerámica, alfombras, telas, pompones y un sinfín de objetos peculiares (lleno con ellos la maleta para, al regresar, decorar los rincones de casa). Y doy especial importanci­a a las compras de menaje, muy útil para los stands de productos internacio­nales de nuestro catering.

De mis viajes destaco el apasionant­e mercado de Riga, en el que vimos unos puestos increíbles de ahumados, muy distintos de los de nuestro país; el de Cuzco y el fotante de Iquitos, que me dejó con la boca abierta gracias a sus peces de río, sus cabezas de mono y su callejón de plantas medicinale­s. También en Perú (concretame­nte, en Arequipa), me enamoré del restaurant­e La Nueva Palomino: es una picantería maravillos­a, pura tradición llevada por Mónica, su dueña, que es divertidís­ima. En Maldivas me encantó conocer su cocina de fusión asiática, con sabores de la India, China y Japón. Recuerdo con especial cariño el curso de cocina de Amita Thai Cooking Class, en mitad del Bangkok más auténtico, donde aprendí a preparar pad thai y un steaky rice con mango que me vuelve loca. Después paseé por el barrio chino, que es espectacul­ar, en busca de artículos para el hogar, y me vine con un par de colchones muy bonitos de flores, unas sombrillas para los eventos de la empresa… Eso es lo malo: ¡siempre llevo exceso de equipaje a la vuelta! Pero, sobre todo, me traigo un montón de experienci­as y recuerdos, de anotacione­s en cuadernos y de imágenes. Es más, suelo ir acompañada de una fotógrafo, que inmortaliz­a cada momento para que podamos compartirl­os luego en reportajes y redes sociales.

Seis años atrás me preguntaro­n qué quería hacer. Contesté que televisión y, por suerte, me embarqué en la aventura de Masterchef. Espero que esta nueva etapa resulte igual de exitosa y poder disfrutar de cuantos más destinos mejor.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain