ELLE

UN COCHE DE GUAPO

-

Nunca me han gustado demasiado los coches. Jamás entendí que mis amigos del colegio forraran sus carpetas con fotos de Lamborghin­is existiendo Claudia Schiffer o Inés Sastre. No he comprado nunca una revista de coches y desconozco cuántos caballos tiene el mío. Si es que aún se siguen midiendo con caballos y no con otra cosa más moderna. Aprobé el carnet de conducir por lástima más que por mi pericia al volante y considero un éxito cada vez que saco el coche del parking sin estrellarl­o contra una columna. Y siempre, siempre, quedo el último jugando al Mario Kart. Pero me he enamorado de un coche. No sé cómo ha podido suceder. Supongo que estas cosas no se planean. Es un coche antiguo, un coche de guapo. Como de la película Bande à part. Lo veo aparcado todos los días cuando salgo a correr. Cuando regreso a casa, apenas a 200 metros de mi ansiada ducha, paso por delante de él. Siempre está en la misma gasolinera. Un coche blanco y con la capota negra, antiguo, de los años 50, como recién sacado de Cuba. Su vieja radio con el dial con aguja. El volante delgado. Tiene esa actitud de coche antiguo, pero no necesariam­ente caro. Me gusta que no luzca ningún logo; simplement­e la palabra aronde (golondrina en francés antiguo) inscrita sobre la calandra. Ahora me imagino pasando las tardes en un garaje, con un trapo lleno de grasa y ese coche con el capó abierto, simulando que arreglo muy concentrad­o alguna pieza con una llave inglesa (realmente no sabría ni cambiar el aceite). Es un coche con el que invitar a las chicas a dar un paseo. Un coche de aventuras y viajes. Un coche de esos en los que llevar a Grace Kelly con una cesta de pícnic a comer muslos de pollo y cervezas con vistas a la Riviera Francesa, como Cary Grant en Atrapa a un ladrón. Ahora cada vez que paso delante del coche, me entra hasta nostalgia por todas las cosas que me he imaginado viviendo con él ya. Tantos viajes. Tantas historias. Siento simpatía hacia ese coche por haber resistido con elegancia al paso del tiempo. Con estilo, sin moverse de ahí, patrulland­o el barrio. Quiero ese coche como se quieren esas cosas bonitas que nunca podrás tener. Como un Basquiat, una casa en Malibú o un pícnic con Grace Kelly en Mónaco.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain