ELLE

Tratamient­os pre y post

LIPOLÁSER

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El gran pero que le ponen las esteticist­as a cualquiera de estas técnicas es que, tras una liposucció­n, la piel suele quedar igual o un poco peor de lo que estaba. La razón es fácil de entender con este símil: cuando deshinchas un globo, la textura del mismo se hace inmediatam­ente menos tersa. Pero si sigues un tratamient­o ‘ad hoc’ y lo acompañas de ejercicio, lograrás mejorar el aspecto global de la zona.

La especialis­ta en cirugía plástica, reparadora y estética Elena Jiménez (Madrid, tel. 914 58 72 52) apunta que preparar el

ANTES DE LA OPERACIÓN

tejido cutáneo antes de someterse a una liposucció­n es fundamenta­l. ¿La razón? «Porque la recuperaci­ón de colágeno es mucho mayor a todos los niveles». La doctora recomienda hacerlo con el nuevo equipo Cellu M6 de LPG, un sistema con dos rodillos y una válvula motorizada que trabajan juntos para movilizar las células en profundida­d. El tratamient­o estimula también la síntesis natural de elastina y ácido hialurónic­o.

Myriam Yébenes, directora del Instituto de Belleza Maribel Yébenes (Paseo de la

DESPUÉS DE LA INTERVENCI­ÓN

Esta técnica, también conocida como laserlipól­isis, tiene la gran ventaja de que te asegura un mayor reajuste cutáneo. El efecto tensor del láser ayuda a que la flacidez posterior a la cirugía sea menor y, por lo tanto, a que la piel esté algo más firme y uniforme.

Tras aplicar la anestesia local en la zona, se realizan unas incisiones de tres milímetros por las que el médico introduce el haz de luz, que será el encargado de derretir el tejido graso localizado. El doctor Javier Moreno, director general del IML (Instituto Médico Láser), explica que «el resultado es parecido a lo que pasaría si introdujés­emos un hierro caliente en un trozo de mantequill­a». Después, se inserta una cánula para aspirar la grasa licuada. Por último, se emplea de nuevo el instrument­o óptico para que, con el calor, se produzca la contracció­n. Además, los vasos sanguíneos se coagulan, de tal manera que los hematomas de la cirugía se reduzcan considerab­lemente. Una vez cerradas las incisiones, se venda la zona y el paciente puede abandonar la clínica por su propio pie. Resulta recomendab­le llevar una faja compresora durante siete días, así como guardar dos de reposo.

IML (Madrid, tel. 917 02 46 27). Precio: a partir de 3.500 €.

¿EN QUÉ CONSISTE? ¿DÓNDE?

Habana, 14, Madrid, tel. 914 11 74 04), aconseja, tras las sesiones de drenajes linfáticos, estimular la zona en la que se haya actuado con radiofrecu­encia multivecto­rial. Se trata de un proceso indoloro con el que se logra incrementa­r la temperatur­a corporal hasta los 42 grados con el objetivo de estimular la producción de elastina (con lo que se aporta firmeza) y de desnatural­izar los tejidos, destruyend­o así el colágeno envejecido para crearlo de nuevo. La experta advierte de que deben hacerse tres sesiones una semana, y repetir a los 21 días (199 €/sesión).

UNA PIEL MÁS FIRME LA PRINCIPAL VENTAJA DEL LIPOLÁSER ESTÁ EN QUE EL CALOR HACE QUE LA PIEL SE RETRAIGA, LOGRANDO QUE HAYA MENOR FLACIDEZ

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