EL DJ MÁS POLIFACÉTICO

De festivales a sesiones en clubs y fiestas privadas... Este genio de los platos se ha erigido como referente en cualquier evento.

Desde niño lo suyo fue mezclar: cortaba y pegaba cintas de cassette. Con 17 años se dio cuenta de que podía ganar dinero pinchando en fiestas, así compaginó sus estudios universitarios con sesiones en bodas y, tras dos años trabajando en un banco, decidió apostarlo todo a la música. Desde entonces es habitual del Teatro Kapital de Madrid y de Starlite Marbella, ha compartido cartel con genios de la talla de DJ Nano, le reclaman en decenas de eventos y... también la mitad de las parejas que están a punto de casarse. ¿La clave de su éxito? «Me gusta el ritmo y tengo experiencia para intuir cómo va a reaccionar el público. Además, resisto bien el cansancio, me adapto a todo y mis sesiones tienen un punto de show». Usa infinidad de máscaras y chaquetas llamativas, por ejemplo. Todo ello da como resultado un estilo loco, donde el objetivo es que la gente se divierta... y si para lograrlo debe sacar su arma secreta (El Rey León Remix), tampoco hay problema. No importa que sea un festival, una discoteca o un evento pequeño: «¿Quién dice que tu boda no puede ser un fiestón?», apunta. Con el fin de garantizar que se cumplan sus niveles de exigencia, en 2011 fundó su propia empresa, Hey Mickey! Formada por un equipo de producción y más de una docena de DJ, se encarga de todo el proceso técnico mientras busca novedades artísticas para ofrecer algo sorprendente. Su volumen de trabajo ya asciende a 190 bolos al año, que se pueden ver en su cuenta de Instagram (@mickeypavon). Pero no para de pensar en nuevos retos: «Me faltan horas para producir mi música. Ese es mi próximo proyecto, pero si recibiera una llamada de Daft Punk para una colaboración... ¡no podría negarme!».

«EN DIEZ AÑOS ME VEO AYUDANDO A NUEVAS BANDAS O, QUIZÁS, LANZANDO UN FESTIVAL PROPIO»