CUANDO NADIE NOS VE
La gran modelo española de los 90 repasa sus recuerdos personales y laborales, así como sus inquietudes y deseos. ¿El balance? Muy positivo. Palabra de TOP.
Por Sara Carbonero.
¿Cuál es tu lema?
La vida es un misterio que vivir, no un problema que resolver. También: convierte la obligación en ilusión; simplifica. Cuando piensas en tu infancia y la ves pasar en imágenes, ¿cuál es la película se te viene a la cabeza? Superman (risas).
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Posar delante de una cámara, desfilar frente al público o actuar para un anuncio de televisión son tres facetas que me gustan por igual. Mucho. Además, la moda me ha dado la oportunidad de trabajar en televisión y en radio, así como la de escribir. Tengo que decir que soy inquieta, y siempre me interesa aprender cosas nuevas.
Tu fórmula para superar un mal día.
Saber que no siempre puedo conseguir lo que me gusta, pero que, si quiero, puedo hacer que me guste lo que consigo. Y, así, aceptarlo y seguir adelante.
¿Ha habido algún momento profesional que te haya hecho especial ilusión a lo largo de tu carrera?
Claro, muchos. Pero uno, además de ser emocionante, cambió mi vida: fue aparecer en la revista estadounidense Sports Illustrated. También resultó importante que la edición francesa de ELLE, de la mano del fotógrafo Hans Feurer, apostara por mí a finales de los 80 e inicios de los 90, dándome muchas portadas preciosas que hicieron que mi book fuera una tarjeta de presentación inmejorable en los Estados Unidos.
¿Qué recuperarías de aquellos años?
El espíritu de la década, que tuvo que inventar una nueva forma de llamar a las tops: las supermodelos. Cada una con su propia personalidad, ellas fueron capaces de abrir caminos hacia campos como el cine, la música...
Algo que te haga reír a carcajadas.
Las cosas más absurdas con la gente con la que tengo más complicidad. ¡Ocurre a menudo con las amigas!
¿Qué ves cuando miras hacia atrás?
Siento que ha valido la pena y eso me proporciona paz. He descubierto que, si pongo el pasado en orden y hago lo mismo con el futuro, tengo el presente resuelto.
Tu lugar preferido del mundo es...
Barcelona para vivir, y otros mil sitios para visitar o para pasar largas temporadas en ellos.
¿Qué te hace perder la paciencia?
La intolerancia y la falta de empatía a la hora de captar los sentimientos de los demás y comunicarlos.
Tienes cuatro hijas. ¿Cómo es una casa con tantas mujeres?
Muy divertida y, a veces, con un punto de locura. ¡No nos aburrimos! Aquí todas queremos hablar y opinar, y las cenas juntas suelen ser lo mejor del día.
Un placer prohibido.
Dormir cuando quiera y hasta la hora que yo desee.
¿A qué tienes miedo?
A que el miedo se convierta en una fuente de motivación. Algo que te haga sentir nostalgia.
La etapa de bebés de mis hijas. Sé que todo pasa, pero a veces me siento melancólica por no poder vivirla otra vez.
¿Qué tres cosas le pedirías al genio de la lámpara?
Un buen estado de salud, tener compañía durante toda la vida y, por último, dar y recibir amor. Es una fórmula estupenda para ser feliz, ¿verdad?