LA GRECA CHIC
En la casa ateniense de la diseñadora de decoración Themis Zouganeli.
«LOS GRIEGOS ESTAMOS MUY ORGULLOSOS DE NUESTRO PAÍS. VIVIMOS TODO INTENSAMENTE Y SOMOS AFABLES Y ABIERTOS»
El mar se encuentra a seis kilómetros de la casa de Themis Zouganeli (Atenas, 1974), pero, al salir a su terraza blanca y fresca, inundada de plantas (y de tonos verdes), parece como si te lo fueras a encontrar en el horizonte. La vegetación se funde, a la vista, con los cipreses del Palacio Presidencial, que está justo enfrente de este impresionante piso de Kolonaki, un barrio residencial de la capital griega en el que se encuentran la mayoría de las embajadas, imponentes edificios neoclásicos y algunas de las tiendas y restaurantes de moda de la ciudad de la Acrópolis. De poner la guinda a la estampa mediterránea se encargan el lienzo inmenso con un olivo a tamaño natural (del artista Yannis Kottis) que da la bienvenida en el hall de la vivienda y la propia Themis, helena de los pies a la cabeza.
«YO NUNCA PODRÍA DISEÑAR FLORES. LO QUE ME APORTA RELAX SON COSAS COMO LA GEOMETRÍA Y LA SIMETRÍA»
Ella ha conquistado con su trabajo, tan local y, a la vez, tan poco étnico, a la mismísima Cordelia de Castellane, directora creativa de Dior Maison; ocurrió hace poco más de un año en la flagship store que la diseñadora había abierto en Gstaad (Suiza) para presentar las piezas de su recién nacida marca Themis Z. «La conocía de su etapa de Baby Dior. Le encantaron mis platos y me propuso hacer algunos para la firma. ¡Me quedé muerta!», exclama.
Vajillas, velas, jarrones, cojines, bolsos, sombreros, capas y caftanes conforman el universo creativo de esta licenciada en Política Internacional a la que sedujo la decoración desde su etapa como gestora de alquileres de villas de lujo en Miconos, donde aún vive parte del año, al igual que en Atenas y en Gstaad. «Empecé a diseñar los interiores cada vez con mayor éxito, hasta que fundé mi propia marca», cuenta la creadora. La omnipresencia del mar en su casa de la capital seguramente tenga que ver con su pasión por las islas Cícladas. Qué mejor lugar que el Egeo para conectar con la idea de infinito que inspiró sus primeras colecciones, y también con el azul inconfundible de sus vajillas. La perfección con la que aborda sus dibujos geométricos y la precisión matemática de las proporciones sobre las que tanto reflexionaron sus ancestros conforman un universo en el que lo mediterráneo cobra todo el sentido. «Para mí, es una manera de vivir con calidad, de disfrutar, de estar cómoda, de rodearse de cosas bonitas, de tener cerca a tus amigos... En definitiva, una existencia más real. Conforme evoluciona la humanidad, la gente está más interesada en tener relaciones más auténticas. El mundo está cambiando, aunque muy despacio. Miconos, en ese sentido, es relajante pero, a la vez, muy estiloso. Es exactamente lo que yo entiendo por effortless», explica. «Y mi ropa tiene la misma base: es muy simple, con gusto pero sencilla y muy gráfica. Me inspiro en las islas para el relax y la comodidad».
Y lo mejor de todo es que los motivos que decoran sus objetos de cerámica están realizados a mano; y la piel de sus bolsos, trabajada por maestros artesanos locales. «Me gusta la idea de hacer las cosas en Grecia para demostrar los artículos tan maravillosos que podemos elaborar aquí; además de que, de esa manera, ayudo a mi país».
En las distancias cortas, Themis es exactamente como sus diseños: relajada, natural y con un talante muy zen que no oculta, sin embargo, un apasionado carácter. «¡Muy mediterráneo!», aclara ella, divertida. Hija de un empresario que poseía prestigiosos clubs privados y discotecas en Atenas y Miconos en la década de los 60 y de una estilista de origen polaco elegida una de las mujeres mejor vestidas del Nueva York de los 70, reconoce haber aprendido de ellos a disfrutar lo más posible de cada cosa que haga. «Así que intento divertirme siempre». Todos los días practica yoga, y me cuenta entusiasmada que acaba de releer Siddhartha, de Hermann Hesse, 25 años después. «Lo descubrí el verano que tenía 18 años y me cambió la manera de ver las cosas; estaba en un momento de muchas dudas, y dio un vuelco a mi vida. Ahora que lo he vuelto a rescatar, he encontrado detalles diferentes». Como buena diseñadora de accesorios para el hogar, se considera una gran anfitriona. ¿Sus secretos para una cena perfecta? «Mezclar gente, pero que no sean más de ocho personas; y crear atmósfera con una buena vajilla, montones de velas, música... ¡y mucho vino!». Ahora, tras abrir boutique en Miconos, algunos de los próximos proyectos de la creadora de objetos decorativos más cotizada son sus colecciones para otoño-invierno (entre las que se cuenta una para Dior Maison), una colaboración con Atelier Swarovski y la apertura de una tienda pop-up en Madrid durante el mes de octubre. ¡Será muy bienvenida! ■