Envejecimiento digital
La luz AZUL que emiten los dispositivos electrónicos es la nueva enemiga: produce manchas, arrugas y problemas de insomnio. Pero sabemos cómo evitarla.
Según el Informe Digital 2018 de Hootsuite (hootsuite.com), 2.750 millones de personas en todo el mundo tienen acceso a un smartphone. Si ponemos la vista en España, este mismo estudio afirma que pasamos alrededor de cinco horas y media diarias online y que casi 36 millones de usuarios lo hacen a través de sus dispositivos móviles. Esta hiperconectividad está directamente relacionada con problemas de ansiedad, adicción, irritabilidad en los ojos, malas posturas... A esta suma de patologías se le une una nueva: el envejecimiento digital, causado por la luz azul artificial, que, como explica la doctora María Jesús Lucero, profesora de Dermofarmacia de la Universidad de Sevilla, es la que «emiten las pantallas de ordenador, la televisión, los móviles y algunos tipos de luz led». Nadine Perdonet, vicepresidenta de Global Research & Development de Skin Biology & Bioactives de Estée Lauder, explica que la sobreexposición en el rostro a este tipo de energía (sobre todo, durante la noche) se traduce en «una desincronización de los ritmos circadianos de la piel. Lo que provoca que las células piensen que sigue siendo de día, situación en la que se inhibe su proceso de reparación nocturno y, por lo tanto, se aceleran los procesos de envejecimiento». Por su parte, Cristina García-Millán, doctora del Grupo de Dermatología Pedro Jaén (grupopedrojaen.com), asegura que, «en algunos casos, esta sobreexposición puede estimular la melanogénesis –el mecanismo que da lugar a la síntesis de melanina– de forma residual», a lo que María Jesús Lucero añade que, además, «ejerce un efecto sobre los fibroblastos, inhibiendo su proliferación y velocidad de migración, lo que genera radicales libres. Eso sí, hasta ahora no hay estudios que demuestren que el ADN se vea afectado».
¿Un último dato? La energía solar recibida por la piel se va acumulando y, si le sumamos la radiación electrónica, es evidente que nos estamos colocando en una posición de riesgo a la hora de sufrir posibles daños cutáneos irreversibles.
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