El futuro es beauty
Aunque todavía pueden parecerte ciencia ficción, la realidad aumentada y la inteligencia artificial ya están aquí. Y van a REVOLUCIONAR tu rutina de cuidados.
Te suena el algoritmo de Facebook? Sí, el responsable de que, de repente, en tu muro dejen de aparecer las publicaciones de tus amigos mientras se repiten ad nauseam anuncios de dispositivos de neurorretroalimentación para lograr «una meditación más profunda y gratificante» (¿está Mark Zuckerberg intentando decirnos que estamos muy estresadas?). Pues estos conjuntos de reglas matemáticas no son ni mucho menos coto privado de la red social; están presentes en nuestro día a día, y analizan millones de datos, desde cuando intentas localizar una calle en Google Maps hasta cuando reservas un coche a través de una aplicación móvil. Y sí, como explica la química y divulgadora Deborah García Bello, incluso, tienen sesgo de género: «El de YouTube considera el sexo del usuario a la hora de recomendarle vídeos. Este guarismo presupone que las mujeres no tienden a ver contenido de ciencias, a no ser que ya lo hayan buscado activamente antes». Resultado: si tu nombre es femenino, según el sistema, únicamente te interesan (y, por tanto, sólo te va a proponer) cosas de beauty y de moda.
COSMÉTICA 4.0
Como explican desde la consultora The Future Laboratory en su último informe, Beauty Futures Report, «según el dicho popular, la belleza está en los ojos del que mira. Pero, a medida que las marcas incorporan cada vez más tecnología a su oferta, el espectador es, a menudo, un algoritmo de aprendizaje automático». Es decir, que nuestra apariencia física es juzgada no sólo por el ojo humano, sino también por una máquina. ¿Y qué impacto tiene eso? En 2017, Shiseido adquirió Giaran, una compañía de inteligencia artificial que está permitiendoe al gigante nipón de la cosmética crear, a través de dispositivos móviles y espejos con realidad aumentada, probadores de virtuales y tutoriales, para así ofrecer diferentes recomendaciones de productos al consumidor. Luego, la compañía utiliza todos estos datos para desarrollar sus próximos lanzamientos. Ahora, por ejemplo, están poniendo a prueba (de momento, en Japón) un sistema de cuidado de la piel conocido como Optune que, a través de una aplicación en el teléfono, analiza sus particularidades y, según las informaciones recibidas (y teniendo en cuenta otras, como la predicción meteorológica, por ejemplo), ofrece unos consejos personalizados para tratarla en tiempo real.
UNA NUEVA ‘APP’ CON RECONOCIMIENTO FACIAL YA ES MEJOR QUE UN TUTORIAL PARA MAQUILLARSE
Hasta la llegada del iPhone X, que incluye el reconocimiento facial como una de las maneras de desbloquear el dispositivo, parecía que cosas como esta sólo eran posibles en películas como Minority Report. Pero ahora, esta tecnología, aplicada a la belleza, puede ofrecer información acerca del tono de piel, de su forma y de otras características faciales. Lo que permite, entre otras cosas, proponer clases de maquillaje a medida. Eso es lo que hace, por ejemplo, la app móvil Wow How (disponible en Google Play y App Store), que te guía, paso por paso, para aprender a arreglarte mucho mejor que un tutorial de YouTube, según defienden sus creadores.
LA ERA DE LA DIGITALIZACIÓN
En la última edición de la feria Viva Technology en París, el grupo L’Oréal presentó algunos de sus últimos avances; entre ellos, una aplicación que, conectándose a una cámara con grabación en directo, permite realizar un diagnóstico inmediato y personalizado sobre el estado del cuero cabelludo y la calidad de las fibras capilares. ¿En alguna ocasión te has equivocado con el tinte del pelo? Ahora, a través de una tecnología 3D, en la misma peluquería, podrás hacerte una prueba de color en el cabello, utilizando inteligencia artificial para no volver a errar. ¿Y cuántas veces no has acertado con el tono de la base de maquillaje? Pues ya no te confundirás nunca más, porque, junto a su filial ModiFace, el gigante francés emplea la realidad aumentada para ofrecer tutoriales de maquillaje personalizados, a la vez que se pueden probar looks en la pantalla y comprar online. Todo esto no es ciencia ficción; se trata de realidad... y no precisamente virtual. ■