PRIMERO LOS SENTIMIENTOS
materializar las instrucciones de los de arriba sin saltarse el deadline. Cortoplacista, pragmático, eficiente y peleón (dice lo que piensa, jamás se anda por las ramas), sabe cómo desenvolverse en situaciones de crisis debido a su ágil capacidad de respuesta. Lo que más le importa al feeler sois tú, tu opinión y tu estado de ánimo. Porque el feeler es una persona empática, abierta, comunicativa y receptiva, de esas que siempre están ahí para escuchar los problemas de los demás (el nombre de este perfil es elocuente: to feel quiere decir sentir). Hablamos de un trabajador espontáneo, con un sensor para detectar si alguien de su entorno pasa por un bache emocional y hábil a la hora de integrar a los recién llegados, crear buen ambiente y destensar en caso de enfrentamiento. Creativo, entusiasta e impulsivo (a veces, demasiado), aplaude sin reparos a los suyos cuando las cosas funcionan... y puede hundirse si la empresa no alcanza sus objetivos (el dramatismo es otra de sus características). Posee un gran don de gentes, lo que lo convierte en un fantástico termómetro para calibrar las necesidades de los clientes y la plantilla, además de en un negociador con un gran poder de seducción. Un aviso: si toma la palabra en la reunión de los lunes, es fácil que ya no la suelte. Sí, la concreción es su asignatura pendiente. ■
CUANDO UNO IDENTIFICA SUS VIRTUDES Y SUS DEFECTOS, TOMA DECISIONES ACERTADAS