Los salvadores de tu pelo
Muchas son las amenazas que sobrevuelan tu melena, pero hay tres que te quitan especialmente el sueño. Desentrañamos sus secretos y te damos una solución.
PRODUCTOS ANTICAÍDA Desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) afirman que contamos con entre 100.000 y 150.000 cabellos en diferentes fases de crecimiento, el 15% de ellos en la de recambio. Eliminar unos 100 al día es normal, pero la cifra aumenta en otoño, ya que en primavera se produce una caída masiva por renovación que tarda tres meses en desprenderse (eso sí, es básico acudir a un dermatólogo para saber si se trata de un proceso habitual o de uno patológico, como explica Ramón Grimalt, miembro de la AEDV). La farmacéutica Esther Sansi recomienda aliarse con fórmulas anticaída en los cambios de estación. Su misión es limpiar el cuero cabelludo en profundidad y oxigenar al folículo piloso, mejorar la circulación y revitalizar con cócteles de vitaminas para estimular el crecimiento del pelo y que nazca con más fuerza.
FÓRMULAS REPARADORAS Los cambios de temperatura, las coloraciones, el exceso de lavados, las herramientas de calor... Hay muchos gestos que dañan tus cutículas sin que seas muy consciente de ello. La falta de flexibilidad, las puntas abiertas y la rotura son los indicadores de que tu melena pide a gritos un plan de reparación inmediato. El temido (pero muchas veces necesario) corte de saneamiento tiene que ir acompañado de productos que nutran e hidraten gracias a provitaminas, activos antioxidantes o lípidos, con el fin de fortalecer la fibra capilar, sellar y suavizar las cutículas mientras ganan ductilidad. ¿Un truco? Aplica siempre el acondicionador de la raíz a las puntas y cepilla con mimo tu melena.
Los expertos coinciden: las partículas de polución presentes en el cuero cabelludo pueden llegar a duplicar las que hay en el aire
CONTRA LA POLUCIÓN
El estilo de vida urbano provoca que las partículas contaminantes se adhieran tanto al cuero cabelludo como a las fibras. Pero desde Sisley también alertan de la contaminación interna, provocada por la ansiedad, el cansancio o una mala alimentación. El ‘mix’ de ambos aumenta el estrés oxidativo en la piel, lo que reduce su capacidad para protegerse y facilita la absorción transcutánea de micropartículas nocivas. Así, se produce un desequilibrio en la renovación celular que provoca que el cuero cabelludo se sature, aparezcan irritaciones o picores y las cutículas se muestren débiles, ásperas y opacas. La solución es combinar limpiadores potentes con activos antioxidantes e hidratantes y fórmulas acondicionadoras que generen una capa protectora sobre las cutículas.