PUREZA JAPONESA SOBRE RUEDAS
¿Cómo se pueden mezclar ciencia, arte, emoción y luz? Mazda CX-30, diseño japonés en la carretera, lo sabe. Es la filosofía Kodo: alma del movimiento.
El SUV híbrido y compacto Mazda CX-30 eleva la conducción a una clase de filosofía japonesa pura. La marca nipona ha puesto al servicio de este vehículo ideas que hablan de la evolución a través del diseño KODO, el alma del movimiento. Los conceptos que incorpora a esta creación son Yohaku, que habla de la estética que se percibe en la fluidez y atmósfera. Ma es el espacio entre los elementos, el contraste envolvente y abierto del Mazda CX-30. Las curvas que se encuentran en la arquitectura tradicional japonesa y en la fabricación de espadas se reflejan en el Sori, con arcos que parten de sus faros, recorriendo los pasos de rueda delanteros hasta las ruedas traseras. El juego entre las luces y las sombras es el Utsuroi, que se aprecia en las superficies laterales de la carrocería. Ésta refleja una forma en S que cambia según la perspectiva del observador o cuando el coche se mueve. Kansei es el último elemento, la ciencia japonesa que estudia cómo el diseño puede producir sensaciones positivas en los usuarios. El conjunto de estos factores arroja un coche entendido como expresión de arte, minimalista y noble, elegante, diáfano y emocionante. Todo, por el placer de conducir. www.mazda.es