TOCA SOLTAR LASTRE
Conoce las dietas ‘green’.
Expertos en nutrición y en cambio climático, incluidos los de la FAO, coinciden en que comer el doble de frutas, verduras, legumbres y frutos secos –y la mitad de azúcares añadidos y de carne roja– es más saludable para nosotros y para el medio ambiente. Esta es nuestra propuesta: plantar batalla a los kilos de más con tres dietas sostenibles, en previsión de las calóricas comidas que vendrán en diciembre. «Puedes bajar dos o tres kilos de media en apenas 15 días, perder mucho volumen y conseguir una cura depurativa hepática antes de que se aproximen los excesos», asegura la nutricionista Amil López (Madrid, Vigo y Pontevedra, tel. 698 16 79 89).
DE PRIMERO, CRUDOS Si optas por empezar tus comidas con un plato de verduras, hortalizas y frutas sin cocinar, te obligas a masticar más. «No sólo ayuda a alcanzar antes la sensación de saciedad, sino que implica un proceso digestivo bastante más lento y mejora el tránsito intestinal», explica Paula Rosso.
SMOOTHIE ENTRE HORAS Hazte uno de estos batidos con hojas de menta, un puñado de frutos rojos (por ejemplo, arándanos, grosellas y moras), y unas rodajas de jengibre, para tomarlo a modo de tentempié. Estas bebidas, «ricas en fibra y bajas en azúcares, disminuyen las ganas de picar», apunta Rosso.
ALMUERZA TEMPRANO Intenta comer alrededor de las 13 horas. ¿Por qué? «La grelina y la insulina, que son las hormonas encargadas de la sensación de apetito y de metabolizar bien las calorías, tienen su pico máximo de actividad entre el mediodía y esa hora», según dice la nutricionista Amil López.
En la lucha contra el envejecimiento tienes varios ‘enemigos’: además de los factores genéticos, existen otros ambientales que aceleran ese proceso de forma clara, como el tabaco, una alimentación poco equilibrada, dormir poco, el estrés, la polución… Un factor clave es la exposición al sol, responsable del fotoenvejecimiento de la piel: el rostro muestra signos de desgaste epidérmico debido a los efectos de los rayos ultravioleta. De hecho, tras múltiples estudios, se ha llegado a la conclusión de que el 80% de los signos visibles del envejecimiento están directamente inducidos por el sol.
Más allá de unas simples arrugas, el fotoenvejecimiento provoca daños moleculares y estructurales en la piel, como inflamación, adelgazamiento, disminución de colágeno… entre otros, y todo ello se traduce en la aparición de arrugas finas, en la frente y alrededor de los ojos y boca; patas de gallo; pecas y manchas pigmentadas, así como una piel de tono desigual y textura seca, áspera y correosa.
¿Cómo contrarrestar los efectos del astro rey? Empieza por la redensificación. Uno de los factores que propicia en mayor medida el fotoenvejecimiento es la radiación UV, y la mejor manera de luchar contra ella es a través de la prevención. Los tratamientos para luchar contra el fotoenvejecimiento tienen como objetivo, en su mayoría, aumentar la firmeza y la elasticidad de la piel y reducir las arrugas. Ahí es donde entra en juego la redensificación, un nuevo tratamiento de ácido hialurónico inyectable para la corrección y prevención del envejecimiento cutáneo que activa las funciones de las células de la piel proporcionando una mejora en su textura, luminosidad, elasticidad e hidratación.
Tal y como explica la doctora Paula Rosso, del Centro Médico Estético Lajo Plaza, las ventajas de la redensificación en la dermis son la regeneración celular, la acción reestructurante y engrosamiento –lo que ayuda a nuestra piel a afrontar mucho mejor los agentes externos causantes del envejecimiento–, la hidratación en profundidad y, por último, la capacidad para combatir el fotoenvejecimiento. Hoy, por fin, sabemos que el verdadero secreto de la juventud es la prevención.