A TODA PASTILLA
Convierte la nutricosmética en tu gran aliada de la temporada.
Desde que, hace dos años, la Sociedad Española de Nutricion Comunitaria catalogó como saludables la nutricosmética y algunas vitaminas y las incluyó en la pirámide alimentaria, la fiebre por las cápsulas se ha disparado. Tanto, que un reciente estudio elaborado por la firma Ipsos desvela que el 50 por ciento de los españoles las ha utilizado como complemento en algún momento de su vida. De ahí que ahora se vendan, casi a modo de chuchería, en stands destacados en las farmacias, en los lineales de los supermercados y por internet. Sin embargo, al tratarse de una cuestión relacionada con la salud, ni un packaging atractivo ni la recomendación de una amiga pueden ser considerados la receta médica definitiva para rellenar el pastillero.
Luz García Toro, directora de Comunicación de Laboratorios Arkopharma (arkopharma.com), define este tipo de tratamientos como «un aporte de nutrientes por vía oral que busca tener efectos en el exterior de la piel pero que también ejerce una acción generalizada y secundaria en el resto del organismo». A esta afirmación, la licenciada en Farmacia Lourdes Silva (villaloncosmetics.com) añade lo siguiente: «Al funcionar desde el interior, se garantiza que toda la dosis ingerida se aproveche,
lo que supone una diferencia importante con respecto a las cremas, que sólo afectan a la zona en la que se aplican». Precisamente, la comparación con los tratamientos tópicos es lo que empuja a muchas mujeres a creer que conocen al milímetro sus necesidades, por lo que consumen el número de comprimidos y ampollas que les parece bien en función de la época del año (incluso se anticipan a las posibles demandas de su cuerpo). En este sentido, durante los meses del otoño crece con intensidad la venta de rituales que prometen frenar la caída del cabello, ayudar a dormir mejor y aportar la cantidad perfecta de colágeno. En invierno, los anticatarrales se llevan la palma. Y, en cuanto se acerca la época del buen tiempo, empiezan a tomarse extras que contribuyen a adelgazar, disminuir la retención de líquidos y combatir la celulitis. Por no hablar de cómo arrasa en verano la nutricosmética solar, cuyo objetivo es compensar la bajada del nivel de antioxidantes para minimizar los efectos de los radicales libres y de la radiación. Más allá de la estacionalidad, conviene recordar que, aunque en ocasiones sus principios activos sean los mismos, los complementos no son medicamentos. «Los primeros aportan una dosis que necesitamos desde el punto de vista nutricional y potencian una acción relacionada con la belleza –dice García Toro–. En cambio, los segundos se usan específicamente para prevenir, tratar, aliviar o curar enfermedades y dolencias concretas». Es importante insistir en que, a pesar de que la formulación de los productos de nutricosmética no supera nunca la cantidad diaria recomendada, la mezcla incorrecta de distintas soluciones sí puede acarrear problemas de sobredosificación. Por eso es tan recomendable recurrir siempre al consejo de un profesional sanitario antes de lanzarse a comprar pastillas. Mar Mira, de la clínica Mira+Cueto (Apolonio Morales, 13, G, en Madrid) sugiere «realizarse un test nutrigenético, pues es una técnica que permite determinar los hábitos exactos que ha de seguir la paciente» (desde 145 €/análisis y consulta).
Aunque la nutricosmética tiene un efecto en el exterior de la piel, ejerce una acción generalizada en el organismo