ALIMENTACIÓN Y RECURSOS
Hacia un consumo eficiente
La sferificación es uno de esos logros que pasarán a la historia... pronto. Sí, Ferran Adrià puede estar orgulloso de haber creado una técnica que ha revolucionado la alta gastronomía, pero la cocina molecular es sólo un aperitivo de lo que está por venir. El futuro en los fogones se cocina a fuego rápido, tanto que en unos pocos años se cree que prepararemos menús en impresoras 3D. ¿Cambiaremos los platos de cuchara y tenedor por un puñado de píldoras? «Es factible. Hay gente para la que comer es una pérdida de tiempo y que preferiría preparados en polvitos, pero no creo que lleguemos a eso», señala Pere Puigdomènech, investigador del Centro de Investigación Agrigenómica; admite, en cambio, que la idea de que llevemos biosensores en nuestro cuerpo no es descartable: «Permitiría crear dietas totalmente personalizadas». Lo que parece claro es que, para entonces, tendremos que haber cambiado la forma en la que desarrollamos las materias primas, porque en 2050 seremos casi 10.000 millones de personas con un problema de escasez de recursos. «La clave estará en consumir menos carne, reducir el desperdicio y producir alimentos básicos de forma sostenible, con una agricultura de precisión que extraiga lo que necesitamos del ecosistema sin ponerlo en peligro», sentencia Lorenzo Giovanni, del Departamento de Economía del Desarrollo Agrícola de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. ¡Y quién sabe si entonces el take-away llegará a domicilio en drones! De momento, Amazon Go ya practica las entregas ultrarrápidas para llenar la nevera con un clic y ha creado los súper sin colas ni cajas.