EL GENIO MULTIMEDIA Anri Sala: arte a flor de piel.
Las clínicas de reproducción asistida IVI ponen su innovación, experiencia, sostenibilidad, seguridad y liderazgo al alcance de parejas con problemas de infertilidad, de los nuevos modelos de familia y de la preservación de la fertilidad.
Con la música y el sonido como su epicentro creativo, la obra de este videoartista albanés de reconomiento mundial hará que dialogues con el presente desde otra emoción. Su NUEVA EXPOSICIÓN en el Centro Botín de Santander es un auténtico concierto de cámara.
Suele vestir de azul oscuro, casi negro, con chaqueta de cuero y dos enormes anillos en los anulares que danzan al ritmo de su conversación. Su mirada es analítica, incisiva; habla con profundidad y convencimiento desde su verdad, con criterios firmes cincelados a lo largo de su carrera. Situado dentro del star system
del arte, Anri Sala (Tirana, Albania, 1974) conquista museos de los cinco continentes, arrastrando a centenares de miles de visitantes con él. Trabaja con las mejores galerías –como Hauser & Wirth, próximamente con sede en Menorca–, ha rodado con Maribel Verdú –1395 días sin rojo–, ha participado en todas las citas imprescindibles –representó a Francia en la Bienal de Venecia en 2013, su trampolín definitivo– y ha expuesto en los principales centros mundiales –entre ellos, el parisino Pompidou y la londinense Serpentine Gallery–. Todo ello, siendo fiel a su trasfondo comprometido, que le dio a conocer cuando, aún estudiante, grabó la reacción de su madre al ver una entrevista en vídeo de ella misma de joven en un congreso de las juventudes del Partido Comunista de Albania. Y es que este tótem del circuito contemporáneo actual desgrana el contenido de sus propuestas rompedoras con la misma rigurosidad con la que elabora sus películas, sus fotografías, sus videoinstalaciones y sus esculturas. Imágenes en movimiento y bandas sonoras que indagan en las rupturas históricas y las fallas del lenguaje, y que se materializan en interpretaciones dispares según quién y cómo las mire. De ahí que el propio espacio forme parte intrínseca del proyecto, como refleja con su nueva exposición As You Go (Châteaux en Espagne), en el Centro Botín de Santander hasta el 3 de mayo. Una sala diáfana con dos extensiones abiertas con ventanales a la ciudad y a la bahía que el espectador, envuelto en un ambiente de tensión emocional, recorrerá como dentro de una coreografía. El arte expresa, emociona, cuestiona y...
Evoca. También transforma y altera. Cambia las reglas del espacio e interactúa con tu percepción. Por ejemplo, yo exploro la comunicación no verbal a través de narrativas, y hago que reconsideres la relación entre el tiempo que estás viviendo y el momento histórico que ves en el film.
«Mientras que el lenguaje cuenta, la música expresa. Aunque, en ocasiones una voz también puede llegar a ser muy emocional, y la música, más lógica»
Por eso tus obras abren las puertas a múltiples perspectivas e interpretaciones. En esta expo del Centro Botín, ¿cómo se relacionan las obras que has juntado?
En todas se interpretan piezas musicales que debes experimentar con el cuerpo entero: Concierto para piano para la mano izquierda, de Maurice Ravel, en Ravel Ravel Unravel; La Marsellesa y La Internacional, en Take Over; y Elegía para viola, de Igor Stravinski, en If and Only If.
¿Qué mensaje pretendes trasladar con el título que le has dado:
As You Go (Châteaux en Espagne)?
Que el espectador pueda elegir por dónde y cómo discurrir. Mientras que el anexo entre paréntesis es una frase hecha que, en francés, quiere decir construir castillos en el aire. La expresión es sinónimo de sueños y de utopías, y cuentan que la madre de Baudelaire se la espetaba a su hijo, experto en levantarlos. En muchas ocasiones, nos planteamos planes poco realistas y excesivamente ambiciosos. Y, en este caso, el público ha de hallar su posición dentro de mi obra. Tiene que generar su propia trayectoria por la sala, al igual que sucede en la vida; que cada uno debe determinar su camino. Entre tantas referencias, ¿cómo sueles comenzar tus proyectos?
Desde el sonido, que hace las veces de guion. Es la que marca el ritmo. No escojo la música por cómo suena o por si te conmueve; más bien, por lo que significa y la arquitectura que crea con el conjunto final.
Las exposiciones, ¿funcionan como un escaparate de tu trabajo? En absoluto. Son un encuentro con el espectador. En mis exhibiciones no hay un único punto de vista, es necesario moverse como en una coreografía. Busco que el visitante esté alerta y sea consciente del aquí y del ahora. Que experimente y su curiosidad se despierte. Los museos, en ocasiones, se tornan en lugares ajenos a la realidad. Lo mismo sucede con el cine tradicional. Una película no te permite tomar decisiones; ya te da todas las claves de antemano –el contexto, la sintaxis y la historia–, y reduce tu conciencia. La estética de una presentación no es únicamente cuestión de gusto; es una forma de resistencia. Para mí, montar una muestra es como intervenir el espacio público. Hablas mucho de música. ¿Es tu epicentro creativo?
Sí. Mientras que el lenguaje cuenta, la música expresa. Y contar y expresar son dos cosas bien distintas.
¿Crees que apela más a las emociones?
Por un lado, sí. Aunque la voz también puede llegar a ser bastante emocional... y la música, más lógica.
Confías en el lenguaje? A veces, siento que se utiliza para ocultar la verdad. Creciste bajo una dictadura comunista. ¿Cómo hiciste para formarte en el arte contemporáneo?
Lo que tú conoces como arte dentro del mundo occidental estaba completamente prohibido en Albania. Desde el Impresionismo en adelante. La cultura como tal estaba censurada. Y uno tenía que ser consciente no sólo de lo que debía o no decir, sino, además, de cómo decirlo. Lo positivo es que, si eras estudiante de Bellas Artes, te perdonaban un poco. Se olvidaban de ti en cierto modo.
¿Siempre te interesó este mundo?
De niño, insistí a mis padres para que me llevaran a clases de violín. Mi profesor era bueno, pero muy severo y, con los años, me aterrorizaba ir. Entonces, empecé a pintar y me di cuenta de que me daba confianza y una concentración más profunda. Estudié en la Academia de las Artes de Tirana (hoy, Universidad de las Artes), y pronto perdí interés por la pintura como tal, porque no me ayudaba a captar la aceleración de los acontecimientos políticos, sociales y visuales en un país donde cada semana sucedían cosas nuevas. Así que me formé en vídeo en París, con un posgrado en Dirección de Cine. Con tus propuestas multimedia, ¿dirías que eres más un artista de la interacción o del gesto?
Ambos. Busco producir efectos y resonancias en tu cuerpo y tu memoria. Te ayudo no sólo a que veas, sino a que observes con detenimiento y recuerdes; prácticas que hemos olvidado y que son necesarias en el mundo de hoy. ■
Con cada muestra, lo que busco es que el espectador esté alerta y sea consciente del aquí y del ahora. Que experimente y que su curiosidad se despierte. A veces, los museos son lugares bastante ajenos a la realidad
Desde 1990, más de 200.000 niños han nacido en todo el mundo gracias a la vanguardia, sostenibilidad y excelencia de las clínicas de medicina reproductiva IVI. Las parejas con problemas de infertilidad (9 de cada diez lo consiguen) o las mujeres que desean afrontar la maternidad en solitario tienen en esta institución médica, especializada en reproducción asistida, el mejor lugar donde ver nacer a sus hijos. IVI se centra, asimismo, en prevenir problemas de infertilidad mediante la obtención y conservación de óvulos para su uso futuro.
MÁS DE 2.400 PROFESIONALES
IVI dispone en España de más de 30 clínicas, que se unen a las que tiene diseminadas por el mundo, desde Argentina hasta EE. UU. o Emiratos Árabes Unidos. El grupo cuenta con más de 2.400 profesionales dedicados a conseguir la maternidad, con los mejores ginecólogos del mundo.
INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
¿Qué ofrece IVI para ayudar a sus pacientes, cuya edad media es de 37,8 años? Evaluación personalizada, tecnología punta y un equipo humano altamente cualificado. Las tasas de éxito de IVI, que están auditadas por una empresa independiente, son posibles gracias a su compromiso con la investigación científica, a la calidad de sus métodos y a más de 1.900 publicaciones dedicadas a resolver los conflictos de la infertilidad. La investigación continua ha llevado a IVI a seleccionar siempre el mejor embrión. Por eso, apuesta por la transferencia de un único embrión, lo que le ha llevado a reducir en un 75% los embarazos múltiples en los últimos diez años.
ALTA SEGURIDAD
IVI ha incorporado la última tecnología para preservar la trazabilidad de las muestras, de forma que se pueda garantizar su completa seguridad. Todas las muestras extraídas se encuentran digitalizadas y procesadas informáticamente. Los laboratorios de IVI disponen de la más avanzada tecnología: pueden estudiar los embriones obtenidos con PGT, el test genético preimplantacional que se realiza mediante tecnología de secuenciación masiva (NGS, Next Generation Sequence), la más avanzada en su género, que permite detectar si hay alteraciones causantes de enfermedades hereditarias graves, entre otras.
LA DONACIÓN
En casos de donación, la clínica dispone del ‘Perfect Match 360°’, un sistema innovador que garantiza la asignación de la donante más adecuada atendiendo a características físicas, biométricas y genéticas.
SOSTENIBILIDAD Y SOLIDARIDAD
IVI busca como motor estratégico que el camino a la maternidad sea sostenible y ético, con un triple objetivo: generar valor social, económico y medioambiental en sus grupos de interés. Y su Fundación ayuda de forma gratuita a pacientes oncológicos gracias a los programas ‘Ser madre después del cáncer’ y ‘Ser padre después del cáncer’.
IVI HA INCORPORADO LA ÚLTIMA TECNOLOGÍA PARA PRESERVAR LA TRAZABILIDAD DE LAS MUESTRAS, DE FORMA QUE SE PUEDA GARANTIZAR SU COMPLETA SEGURIDAD. TODAS ESTÁN DIGITALIZADAS