SENTIDO Y SENSIBILIDAD Tras el legado (ético) de Yves Saint Laurent en Marruecos.
Viajamos a Marruecos para bucear en el legado de Yves Saint Laurent y descubrimos que detrás de sus nuevos tratamientos hay un proyecto donde innovación, TRAZABILIDAD Y ÉTICA van de la mano.
Iris, rosa, caléndula, flor de cactus, azafrán, jazmín, verbena... Tras los muros de piedra que rodean los jardines de Ourika, en plena región del Atlas marroquí, crecen decenas de plantas y botánicos que forman parte de las fórmulas del tratamiento facial y del maquillaje de Yves Saint Laurent Beauty. Un proyecto que empezó a desarrollarse hace siete años –con la producción del azafrán presente en su línea premium Or Rouge– y que ahora se encuentra a pleno rendimiento gracias al lanzamiento de Pure Shots, una nueva familia de productos que ponen el foco en la piel de las mujeres urbanitas de entre 25 y 35 años. ¿Su denominador común? El estrés, la falta de sueño, la polución y el uso constante de las nuevas tecnologías. El punto de partida para ofrecer soluciones que realmente fueran eficaces pasaba por estudiar y entender cómo es la dermis de una generación –cada vez más experta– a la que le gusta la autenticidad, le preocupa la sostenibilidad y además busca resultados inmediatos. Así las cosas, Pure Shots supone un cambio de registro que nace con una aproximación nueva al mundo de la belleza, mucho más responsable, natural y ecológica. Arrugas, fatiga, falta de luminosidad y firmeza son los principales focos a combatir a través de esta nueva línea que se compone de una esencia, una crema –para el día y para la noche–, cuatro sérums –que se pueden complementar o utilizar por separado– y un protector solar para usar a diario. Para llevar a cabo este proyecto, Yves Saint Laurent Beauty ha creado una cooperativa de 32 mujeres que, de manera artesanal, cuidan de los jardines y cosechan todos los tesoros naturales que se dan en estas fértiles tierras. Porque en el Valle de Ourika tanto el clima –con inviernos muy fríos donde llega a nevar y veranos muy húmedos donde los termómetros superan los 50º– como la situación geográfica son idóneos para producir los mejores ingredientes. Gracias a los botánicos, en sinergia con los activos más punteros, las fórmulas de Pure Shots son un ejemplo de clean beauty donde no hay espacio para pesticidas u otros componentes nocivos para la salud de la piel. Además, como no podía ser de otra forma, su packaging es recargable.
No menos importante es la labor social que hay detrás de esta cooperativa, donde se cobra un precio justo por el trabajo realizado, que contribuye a que las mujeres recuperen su autoestima y les da la posibilidad de mandar a sus hijos al colegio para construir un futuro mejor para la región.
¿El ingrediente estrella de Ourika? Moonligth Cactus, una planta difícil de encontrar con sorprendentes poderes regenerantes, presente en Night Reboot Serum. Un discurso en perfecta armonía con el manifiesto de la marca –«Vive intensamente, permanece joven»–, que tanto hubiera aplaudido el genial modisto. Porque si hay algo que le vaya bien a las «pieles estresadas» del siglo XXI es la buena cosmética. Y si, como esta, además es honesta y responsable, mejor que mejor.