TACONES DE ARTE
París celebra a CHRISTIAN LOUBOUTIN con una exposición que repasa sus 30 años de creatividad y suelas rojas. Aunque él se niega a considerarse artista.
París dedica una ‘expo’ a Christian Louboutin.
De niño, en los 70, vivía en el XII arrondissement de París e iba al liceo Elisa Lemonnier, justo enfrente del Palais de la Porte Dorée, una joya art déco que albergaba el Museo Nacional de Artes de África y Oceanía. Allí pasaba Christian Louboutin los domingos viajando con la imaginación. Y allí se fijaba, cada vez, en una señal que prohibía entrar con stilettos. «Jamás había visto unos, porque era algo muy de los años 50. Me intrigaba; parecía el dibujo de un zapato imaginario, inexistente», recuerda el creador francés casi medio siglo más tarde, cuando está a punto de abrir, en el mismo lugar en que todo comenzó, una gran expo sobre su obra y sus influencias (L’Exhibition [niste], del 26 de febrero al 26 de julio). Esta historia se cuenta a través de 300 modelos, algunos de los cuales nunca antes se habían mostrado en público. Y el más caro y especial, su Crystal Shoe, se colocará sobre un paso de Semana Santa que se ha encargado a la Orfebrería Villarreal de Sevilla, para expresar la idea de que
«el calzado se ha convertido en objeto de admiración, y casi de adoración». También habrá espacio para creadores que le inspiran, como David Lynch o la coreógrafa española Blanca Li (considera «a las bailarinas» como sus mejores embajadoras), aunque él mismo se sacude la etiqueta de artista: «Creo que en mis piezas se ve artesanía y savoirfaire, pero muy pocas son obras de arte: sólo la que he hecho con Imran Qureshi y la que preparé para la ópera Akenatón en Nueva York. La mayoría, por excepcionales que sean, no son más que zapatos». ¿Y qué significa entonces esta exposición. «Que, tras una labor tan simple como esta, hay un mundo complejo e interesante». Y advierte de que esto no es el final, sino el inicio de una nueva aventura: «Será un revulsivo para la próxima década».
«EL MODELO ‘PIGALLE’ ES LA QUINTAESENCIA DE MI TRABAJO. LAS COSAS QUE PARECEN MÁS SIMPLES SON LAS MÁS DIFÍCILES DE CREAR»