SICILIAN JUNGLE
Milán y Sicilia, los lugares que inspiran a Dolce & Gabbana, se reparten su última campaña: UN VIAJE ‘FASHION’ entre el ayer y el hoy.
Viaje a las dos patrias de Dolce & Gabbana.
Uno de los escenarios de su última campaña es una localidad de 8.000 vecinos a 40 kilómetros de Siracusa. El otro, una metrópoli cosmopolita que sobrepasa el millón de habitantes, y una de las capitales globales de la moda. No en vano, el espíritu de Dolce & Gabbana oscila entre estos dos polos: Sicilia y Milán. Y su colección, llamada Sicilian Jungle, también.
«La isla es nuestro mundo; la jungla, todo lo que viene de fuera y nos inspira: el movimiento, los cambios constantes...», explica el dúo de diseñadores.
Por eso, las fotos se tomaron en ambos universos, tan cercanos y tan lejanos, tratando de subrayar las diferencias. «Las de Palazzolo son en blanco y negro para evocar los símbolos, las
«SI LOGRAMOS TRANSMITIR A LOS JÓVENES LA BELLEZA DE LAS TRADICIONES, HABREMOS ALCANZADO NUESTRA META»
«NUESTRO MUNDO ES SICILIA. Y LA JUNGLA ES LO QUE VIENEDEFUERAY QUE NOS INSPIRA»
tradiciones y la historia de la isla, los valores y emociones que siempre nos estimulan. Reflejan escenas de la vida cotidiana, momentos de comunidad entre los habitantes, la alegría de estar juntos...», asegura el milanés Domenico Dolce. Y el siciliano Stefano Gabbana remata: «Al otro lado está el lugar que hizo realidad nuestros sueños, la ciudad que representa la innovación, el ajetreo, el color y, desde luego, la moda». La dualidad no acaba en los tonos. Para realizar las imágenes de Sicilia, la firma contó con un fotógrafo local, Salvo Alibrio, mientras que las de la capital lombarda las llevó a cabo el artista eslovaco Branislav Simoncik, que vive entre Lisboa y Nueva York. «Mantener un equilibrio entre modernidad y tradición es fundamental en nuestro trabajo», apuntan los creadores. «El inmenso valor de la artesanía, la sastrería y la atención al detalle, las proporciones y las medidas son parte de nuestra historia, y eso no va a cambiar. Aunque tampoco podemos (ni queremos) ignorar la realidad de hoy, con sus novedades». ¿Contradicciones? Solamente en apariencia.