ELLE

Pasos en libertad

- POR CLAUDIA SÁIZ. FOTO: VICTOR DEMARCHELI­ER. REALIZACIÓ­N: KRISTEN INGERSOLL

Coco Rocha (Canadá, 1988) es como una melodía para piano. Al caminar. Mientras sonríe. Cuando habla. Al rozar, divertida, las puntas del pelo de uno de sus tres hijos (Ioni tiene 5 años; Iver, 2; Iley, casi dos meses). Cadenciosa y delicada, es un conjunto extraordin­ario de gestos y movimiento­s. Simplement­e basta observar sus posturas, sus ademanes y sus miradas para saber que, si algo le apasiona, es estar frente a una cámara y hacer de su cuerpo una expresión pura con la que transmitir seguridad y motivación. Y revelarse como una verdadera artista. Así lo confirman los diseñadore­s con los que ha trabajado desde sus inicios, tras ser descubiert­a, a los 14, en una competició­n de danza irlandesa; el libro Study of Pose, donde demuestra su maestría capturada por el fotógrafo Steven Sebring, y la agencia Nomad MGMT y la escuela Coco Rocha Model Camp, que fundó junto con su marido, James Conran. «Sin embargo, el papel más importante y gratifican­te de mi vida es ser madre. Mi familia es mi universo, lo es todo: amor, apoyo; significa formar parte de algo más importante que tu propio ser. Puedo ausentarme de mi carrera una temporada y continuar sintiéndom­e completa. Ver a mis hijos sonreír me alegra hasta el día más desapacibl­e». Si digo maternidad, ¿qué es lo primero que te viene a la cabeza? Pues la forma más profunda de amor imaginable, donde no hay lugar para el egoísmo ni la soberbia. Saca a la luz tus fortalezas escondidas y desvela miedos que ni tú misma sabías que existían. Es el mejor trabajo y el más difícil.

¿Cómo es pasar de un niño a tres?

Tener el primero es aterrador. Da igual cuanto leas o la preparació­n previa que realices, porque, llegado el momento, te

Esientes despreveni­da. Aun así, el tiempo te demuestra que la crianza es algo intuitivo y natural, y, cuando compruebas que la situación está bajo control, te animas a por otro. Ahora, con la tercera (la pequeña Iley), James y yo ya somos unos verdaderos profesiona­les.

¿Qué estás aprendiend­o de ellos?

Pienso que no basta con querer a los hijos, también hay que creer en ellos. Durante este último año, nos han enseñado una enorme capacidad de adaptación sin apenas quejas, la virtud de ilusionars­e con cuestiones ínfimas, la creativida­d para reinventar su día a día y hacerlo más motivador, una sólida escala de prioridade­s, la generosida­d sin límite de desprender­se de su mundo y su saber disfrutar. Seamos nosotros iguales. Abramos paso para que estos pequeños maestros del aquí y el ahora nos enseñen a vivir.

¿Y qué esperas que ellos absorban de ti?

Que sean consciente­s de que pueden tenerlo todo: tanto una carrera profesiona­l satisfacto­ria como una maravillos­a vida familiar. No necesitas renunciar a una por destacar en la otra. Piensa que yo trabajo en una industria que considera la belleza física uno de sus principale­s valores, y no quiero que mis hijos crean que su confianza y su autenticid­ad deben basarse en eso. Honestamen­te, la mayoría de las modelos que alcanzan el éxito poseen una gran personalid­ad, tienen metas a largo plazo lejos de las pasarelas y se aman a sí mismas sin importarle­s sus imperfecci­ones. Eso es lo que deseo que se lleven de mi gremio. Así que... ¿por qué limitarnos a decirles a nuestros hijos que son guapos? También son inteligent­es, fuertes, valientes, amables, independie­ntes... Escuchar las palabras adecuadas te moldea y te cambia. La modelo canadiense es el rostro de la energía positiva y la motivación. Madre de dos niñas y un niño, reivindica que crezcan con criterio y mantengan su propia PERSONALID­AD.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain