UN SISTEMA DETECTA EL SENTIDO DE LOS IMPULSOS CEREBRALES
MARÍA LÓPEZ / Cofundadora de Bitbrain
Factura 1,5 millones de euros, da empleo a 20 personas y reinvierte un 60% de sus beneficios en I+D+i.
María López Valdés, cofundadora y CEO de Bitbrain Technologies, presentó en 2009, junto a Javier Mínguez, una evolución tecnológica que dio la vuelta al mundo: el primer prototipo de silla de ruedas guiada por la mente.
Bitbrain Technologies ha crecido hasta el punto que hoy la empresa factura 1,5 millones de euros, da empleo a 20 personas y reinvierte un 60% de sus beneficios en I+D+i.
María López explica que “aunque, entre nuestros clientes, tenemos empresas que nos contratan para que les hagamos proyectos de neurotecnología ad hoc, siempre hemos tenido muy claro cuáles el planteamiento central de nuestro negocio: hacer soluciones cerradas que incluyeran todo el conocimiento neurocientífico, dentro de loquees el software. Queremos vender no sólo servicio, sino también producto”.
Entrando en la web www.bitbrain.es, quedan muy claros los perfiles de producto a los que se refiere esta emprendedora: “Por un lado, hemos desarro - llado nuestras propias patentes de neurotecnología, con las que hemos creado produc tos que comercializamos bajo la marca Usenns. Además de ser de muy alta calidad, esta tecnología es wearable y wireless, lo que permite realizar estudios en contextos reales y gr upos grandes. En la actualidad tenemos tecnologías Usenns que se están comercializando en 20 países”.
ENTRENAMIENTO CEREBRAL
Con respecto al perfil del cliente que adquiere productos Usenns, María explica que “nos dirigimos a empresas que quieren realizar sus propios estudios de neuromarketing (habitualmente para terceras marcas) de una forma sencilla, pero sin renunciar a la máxima fiabilidad”.
La segunda gama de productos desarrollada y comercializada por Bitbrain es EVO, “una solución neurotecnológica que per- mite entrenar al cerebro. Desde el comienzo, quisimos lanzar esta línea de productos. Hacía tiempo que teníamos desarrollada la tecnología necesaria”.
Sin embargo, todo tuvo que ralentizarse hasta que el público estuviera lo suficientemente maduro, asegura la emprendedora. “Hemos tenido que evolucionar desde aquellos primeros gorros de encefalograma con gel, que eran muy costosos y generaban rechazo. Ahora, tras invertir mucho en investigación, tenemos una especie de diadema que resuelveestos problemas”, explica.
María añade que el ni cho de mercado de EVO son, en realidad, dos. Por una parte, está el wellness, para gente sin patologías que simplemente quiera mejorar su rendimiento cognitivo. Por otra, una línea más médica para ofrecérsela a médicos con pacientes que, con esta tecnología, podrán tratar de ralentizar el deterioro cognitivo asociada a la enfermedad”.