El sentido común se ha vuelto disruptivo
El agobio es la nueva pandemia. Si no estás estresado, pareces mal profesional... ¿Estamos seguros de que tiene que ser así?
Leí hace unas semanas un inteligente post en el blog de Ja vi erMejíash ablando del valor del descanso en los emprendedores. Está demasiado bien visto no dormir y trabajar todo el rato, cuando lo lógico en la actividad emprendedora (y en cualquier otra) es atender a los resultados obtenidos, no tanto al esfuerzo aplicado. Es cierto que muchas veces las circunstancias son exigentes, pero mantener indefinidamente en el tiempo la situación de alerta y de máximo esfuerzo es contraproducente. Además, si estás descansado, tienes mejores ideas y los resultados suelen fluir: es una especie de ‘pescadilla’ positiva.
Descansar se está volviendo disruptivo, lo mismo que otras cuestiones: p orlo contracorriente que es. Hoy pareces peor profesional si no estás desbordado de trabajo.
Y lo más chocante de esto es que la situación es más pronunciada cuando hay interacción con otras personas. El agobio es la nueva pandemia: es una cadena que a todos nos afecta. Y como en EMPRENDEDORES no nos conformamos ni debajo del agua, planteamos algunas ideas para aliviar esta situación, a ver qué pasa:
- Si un posible proveedor te plantea colaborar y por la razón que sea no te interesa, díselo. No le pidas una propuesta para luego rechazar la: ahorraréis tiempo los dos. Considera a los proveedores una par te esencial de la cadena de valor de tu empresa. - Cumple los plazos: de respuesta, de pago, de entrega, de elaboración de propuestas... Si no vas a conseguirlo, avisa.
-Dí lo que necesitas a tus empleados, a tus proveedor es e incluso a tus clientes ... Los adivinos escasean y cada vez es más difícil encontrar transacciones con un buenbriefing de los objetivos, medios y plazos. - No todo es urgente, no todo es importante. Concede a los demás ya ti mismo cierta flexibilidad. Se está poniendo peligrosa mente de moda llevarse el gran disg usto por cualquier fallo. Curiosamente, no se saca el cava por cualquier acierto... - Marca objet ivos a la rgo plazo y ambiciosos. Muy ligado a lo anterior: si tienes claro que el objetivo es el Everest, quizá no te apure tanto ese pequeño resbalón que te ha reducido la marcha y te ha hecho perder un insignificante minuto.
- Da las g rac ias, pide perdón, da la enhorabuena, corrige con educación cuando lo que te presentan no es lo esperado...
- Si te encargan algo que no eres capaz de hacer, rechaza el trabajo. No ‘coloques’ mercancía o servicios a quien no los va a valorar. Eso tiene las patas muy cortas.
Y, en general, trata de tener en cuenta que en nuestra condición de humanos, animales sociales, impactamos profundamente en los demás. Haz ese impacto más positivo... El karma (y el sentido común) funcionan.