¿TRAMPAS EN LA PUBLICIDAD PROGRAMÁTICA? /
Este modelo publicitario, en el que las marcas definen sus audiencias y un algoritmo decide dónde y cómo aparecerá su publicidad, suma cada día más detractores. Si algunas marcas premium ya se habían mostrado reacias a perder el control de dónde se anuncian, un reciente estudio de Google podría haber descubierto cómo el modelo facilita la estafa de cibercriminales: creando medios falsos en los que cobrar por unos anuncios que no van a impactar en nadie, porque no existen, o vendiendo espacios, que no les pertenecen, en los principales medios.