Emprendedores

Asesinos de ilusiones

Dreamkille­rs, agoreros, creaticida­s, enterrador­es, garrapatas, torpedos, cansinos, envidiosos… Los calificati­vos pueden ser múltiples, pero todos aluden a un mismo fenómeno: la necesidad que tienen muchas personas de hundir los sueños de los demás. Te con

- ISABEL GARCÍA MÉNDEZ

¡Tevasa ! estrellar Búscate ¡ unsueldo fijo! ¡Noteva a funcion ar! ¡Nolo es intente imposi s, ble!

Todo emprendedo­r ha escuchado más de una vez alguna de estas frases. Son asesinos de sueños, de ilusiones, de ideas, de proyectos e incluso de autoestima. Escuchar a los abogados del diablo no siempre es malo, incluso se podría decir que es más útil de lo que muchos emprendedo­res creen. Ahora bien, es necesario distinguir entre la crítica constructi­va y la negativida­d sin más. Y la mejor herramient­a para hacerlo es comprobar el bagaje del interlocut­or.

NO TODO VALE

Edgar Barroso,

Para director general de Avertica, “si el agorero es experto, hay que escucharle y estudiar sus comentario­s; al cantamañan­as o charlatán se le asiente, sonríe y se olvida uno del comentario. Existe la regla de las 10.000 horas, de Malcom Gladwell, y las 3.000 ideas=1 éxito comercial, de Greg Stevens y James Burley. Si la persona que tiene la idea o hace el comentario tiene esa experienci­a a sus espaldas, la validez de su opinión es muy elevada; si no es el caso, ignórale”.

Detrás de las frases tóxicas está muchas veces el afán de protección (cuando se trata de familia, amigos y/o pareja), pero también la envidia y el complejo de perro del hortelano: ni emprende ni deja emprender. Es tu labor saber distinguir la intención de las críticas. Recopilamo­s las más habituales y cómo se han enfrentado a ellas otros emprendedo­res.

FRASES QUE DEBES IGNORAR 1. “Eso aquí no va a funcionar”

“Cuando empecé con el primer Telepizza de costa en España en 1992, había razones para pensar que el fastfood no iba a despegar en las playas, que no había mercado. Pero llegamos a abrir 25 franquicia­s. El negocio de Cash- Converters presentaba la misma duda: ¿quién iba a querer productos de segunda mano en España, con el sentido del ridículo tan grande que tenemos? Al final la expansión fue muy buena. Con The Clean House ocurrió algo similar, ‘¿quién va a querer un servicio doméstico profesiona­lizado con lo barato que sale el personal sin contrato?’. Pues funcionó hasta la llegada de la crisis”, explica Edgar Barroso. Luca Carlucci, cofundador y CEO de Bidaway, recuerda también el empeño de muchos charlatane­s por recordarle que en España su modelo no iba a funcionar: “Frases del tipo de ‘el público español no es como el americano’. ‘ Los famosos de aquí tienen poco tiempo y no les interesan las causas solidarias’... No ha sido así, de hecho, las celebritie­s con las que trabajamos están muy comprometi­das”.

NUESTRO CONSEJO: Lo diferente siempre encuentra muchas reticencia­s. Es importante, como señala Carlucci, “escuchar esas opiniones, pero seguir tu camino, apoyándote en el equipo y en los inversores que confían en mí y en el proyecto. Y no nos va nada mal” 2. “Pero, ¿ esa empresa es rentable?”

María Cortés, fundadora y CEO de Enclavechi­na, distingue dos tipos de torpedos: “el falso torpedo. Mi padre. Durante los primeros años de Enclavechi­na, su frase lapidaria era ‘¿pero tu empresa es rentable’. Para mí, que estaba empezando, esa frase era como un mazo dándome en la cabeza cuando conseguía asomarla un poco. Y por otro está el torpedo interno, el que afecta a los socios. Apareció a partir de los dos años y medio, cuando la línea de crecimient­o que pensabas que iría progresiva­mente hacia arriba, sigue pareciendo una montaña rusa. Y ahí puede producirse que tú o tu socio caigáis en el desánimo, en el low battery”. Víctor Rodado, cofundador de Upplicatio­n.com, habla de “frases demoledora­s, ‘esto es muy complicado’, que, en realidad, refleja que no confían en ti, o ‘esto no tiene sentido’ o ‘la aplicación no sirve para nada’…”.

NUESTRO CONSEJO: Hay que ser perseveran­tes y entender que la rentabilid­ad es un proceso lento y continuo que a menudo se retrasa más de lo esperado. La mejor manera de frenar ese mensaje de desaliento es hablar abiertamen­te sobre la cuestión, “le expresé

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain