Diseños exclusivos y con tiradas limitadas de prendas vaqueras
Como inseparables gemelas, Marta y María Benedicto, desde que nacieron, han compartido todo. Buscaban maneras de diferenciarse personalizando sus prendas de manera original. En 2014 decidieron dar el salto y comenzaron a dar visibilidad a sus diseños a través de las redes sociales (actualmente les siguen algo más de 49.000 personas en redes sociales). En pocos días se dieron a conocer y tras la buena acogida decidieron hacer una pequeña producción y participaron en un pop up en 2015: en dos días vendieron 213 pantalones. Nacía Denim Hall.
Las hermanas Benedicto empezaron con una inversión de 7.000 euros y con el objetivo de encontrar un proveedor con un material de buena calidad y precios que se ajustaran a su presupuesto. Reconocen que no hicieron ningún estudio de mercado como tal, porque “somos seguidoras y clientas de diferentes marcas y conocemos las tendencias y negocios que hay. Claramente era un nicho de mercado que no estaba cubierto: pantalones de diseño con tejidos y detalles que caracterizan el estilo de la marca. Además, el tejido denim empezaba a ser tendencia, y contábamos con la ventaja de que es una prenda atemporal que nunca pasa de moda. Apostamos por colecciones de unidades limitadas, ofrecemos diseños únicos y exclusivos a precios muy razonables”, explican estas emprendedoras, que en su segundo año ya han superado los 250.000 de facturación. Sus clientas son sus mejores embajadoras y, en muchas ocasiones, las hacen partícipes de sus campañas, convirtiéndolas en modelos de sus sesiones fotográficas para presentar sus novedades.