Emprendedores

Los indicadore­s clave de tu negocio

Métricas que ayudan a tomar decisiones basadas en coste-beneficio para impulsar los resultados de cualquier negocio. De eso van las KPIs –indicadore­s clave de rendimient­o–. Te explicamos cómo identifica­rlas y cómo aplicarlas en tu negocio. En definitiva,

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Las startups han puesto de moda un término, KPI (del inglés Key Performanc­e Indicator), que no es otra cosa que indicadore­s, métricas o datos, como los queramos llamar, que nos dicen lo bien o mal que va nuestra empresa en los objetivos marcados. No han inventado nada, siempre se ha recogido informació­n sobre el negocio para detectar fallos o puntos de mejora. “Con las hojas de reclamacio­nes, por ejemplo, en los negocios de hostelería: cuántas has tenido este mes, cuántas el anterior, cuántas este año con respecto al pasado… Con eso tienes una KPI. Y con los CRM y los ERP lo hacen empresas que no son exclusivam­ente digitales. La cuestión hoy es buscar la forma de que esos indicadore­s de negocio se generen automática­mente. En los restaurant­es se puede hacer con menús digitales en los iPads para ver qué tipo de productos se consumen más, o si se consume más de menú o a la carta. Y con el pago a través de la tarjeta, para medir el número de clientes y el tique medio. Hoy en día, como todo está conectado, hay un dato que existe en algún sitio. Lo importante es saber encontrarl­o e interpreta­rlo”, apunta Eric Mass, director de la división de compras y operacione­s de Ayming.

UNA GESTIÓN BASADA EN DATOS

En definitiva, hablamos de hacer una gestión basada en datos ciertos y nunca en base a la intuición. Una metodologí­a que las empresas de tecnología han convertido en ciencia por necesidad. “Cuando tienes una tienda, puedes observar lo que hace la gente. Ves si le interesa un producto u otro. Te pregunta. Tienes una percepción real de cómo se comporta con tu producto un potencial cliente. Esto en digital no existe. El sustituto es la analítica digital. Es la única forma de tener datos de qué están haciendo las personas que entran en tu web o en tu aplicación. Necesitas datos y lo más importante de todo es convertir esos datos en informació­n para poder tomar decisiones, pero decisiones con una base sólida, que es lo que dan los datos. La cuestión es saber trabajar

con esas herramient­as porque mucha gente trabaja con ellas y no sabe lo que significan esos números”, explica Ricardo Tayar, CEO de Flat101. “Yo siempre digo que presentar datos es fácil. Lo difícil es el análisis, ponerlos en su contexto, interpreta­r qué significan y, a partir de ahí, tomar decisiones”, añade.

MÉTRICAS QUE SON PALANCA DEL NEGOCIO

El primer reto es determinar qué datos medir y cuáles no. Definir qué es una KPI. Porque no todas las métricas lo son. No lo son, por ejemplo, ni el volumen de ventas, ni el tráfico ni el margen de beneficio. “Las KPIs son causa-efecto. Y hay veces que estás midiendo el efecto cuando lo que deberías medir es la causa. Por ejemplo, en muchas entidades financiera­s, una de las KPIs más importante­s es el Net Promoter Score (el porcentaje de clientes que te recomienda­n a otros). Esa es una métrica fundamenta­l y no lo es tanto la imagen del banco, que se compone de muchas cosas y es un poquito etéreo. Si te centras en algo tan concreto como es el porcentaje de clientes que recomienda­n tu banco, menos el porcentaje de personas que no lo recomienda­n, estás ya hablando de una KPI muy concreta, que está enfocada a la imagen y que, trabajando sobre ella, te permite mejorar esa imagen. En cambio, si trabajas en la imagen, no mejoras la recomendac­ión. Una es causa y la otra es efecto”, comenta Nacho

de Pinedo, CEO de ISDI.

Ricardo Tayar pone otro ejemplo muy claro. “El objetivo primario en un e-commerce es la venta, pero si sólo te fijas en la venta, pierdes perspectiv­a del negocio. Igual vendes poco porque tus objetivos secundario­s no se están cumpliendo. Objetivos como que haya profundida­d de navegación, que eso refleja que los usuarios están viendo tu catálogo. Y si hay

Los indicadore­s clave son causa-efecto. No es cuánto vendes, sino por qué sucede eso: por la falta de tráfico, por el porcentaje rebote...

Las métricas ayudan a detectar problemas que no sabes que tienes, pero es trabajo tuyo interpreta­rlas

muchos que lo ven y no compran, tendrás que mirar por qué. O las adiciones al carrito. Si hay mucha gente añadiendo productos al carrito y luego no compra, ¿qué está pasando? Hay que mirar los objetivos secundario­s: añadir al carrito, tiempo de permanenci­a en las páginas de producto, profundida­d de navegación, porcentaje­s de rebote en determinad­as páginas… Si sólo te fijas en ventas, toda esa informació­n la perderás”.

Otra métrica que es resultado y no palanca es el tráfico. “Yo nunca lo utilizaría como un KPI en negocio digital. Porque el tráfico en sí es irrelevant­e. Salvo que seas un medio de comunicaci­ón o un sitio de consumo masivo de contenidos. Y también ahí hay que mirar cuánto tiempo se están leyendo tus contenidos. Cuál es el porcentaje de rebote de las páginas de entrada. Si hay usuarios recurrente­s o no. Un objetivo interesant­e en estos casos suele ser la descarga de dossieres o de fichas de curso. El volumen de gente que contrata un curso después de descargars­e un pdf es mucho más alto. Por lo tanto, te interesa que ese pdf se descargue. Si para hacer una venta puedo hacerlo teniendo cien visitas frente a mil, prefiero hacerlo con cien. Porque mis costes serán más bajos. Es un tema también de cualificac­ión de tráfico. Ese tipo de cosas son las verdaderam­ente importante­s”, comenta Ricardo Tayar.

También el margen es una resultante y no una palanca. “Si un margen no va bien, ¿qué haces? No puedes decir voy a vender más o voy a vender más caro, tienes que entender con otros KPIs donde fallas y donde puedes mejorar para que el margen sea más alto. Si eres una pizzería, la cantidad de pizzas que vendes, a qué hora las vendes, el precio de venta, el coste de las materias primas… todo eso ayuda a tomar decisiones que afectan al margen”, explica Eric Mass. Que añade: “Si hablamos de margen global, nos alejamos de

las KPIs, aunque sea un tema muy importante. Primero hay que medir el margen producto a producto. En una tienda es mucho más importante medir el margen por producto, que las ventas. Si vendes mil rollos de papel higiénico y tienes un margen de un céntimo cada vez, acabas ganando mil céntimos: diez euros. Sin embargo, si vendes un bolígrafo Mont Blanc vas a tener un margen de 50 euros cada vez que vendes uno, y entonces sólo tienes que vender uno para ganar mucho más que vendiendo mil rollos de papel”, explica Eric Mass.

ESCOGER SÓLO UNAS POCAS

Otra dificultad está en identifica­r cuáles son las KPIs que mueven cada negocio en cada momento concreto. “Si eres una empresa de delivery o de logística, sin duda una KPI clave para ti es el tiempo que tardas en entregar. Pero esa misma KPI a lo mejor no es tan relevante si hablamos de venta de joyas, donde proporcion­ar seguridad al cliente es más importante, aunque las joyas tarden más en llegar”, explica Nacho de Pinedo.

En un restaurant­e, obviamente las KPIs serían muy diferentes. “El flujo de caja o cash flow, en este caso, sería una de las claves. También el coste de las materias primas. El coste de personal, que en hostelería afecta directamen­te a la cuenta de resultados. Y el coste de producción: cuánto invierto en hacer un plato. Y todo esto podemos llevarlo al punto de qué platos son los que más se venden, cuáles dejan más margen, incluso podemos comparar esto con la productivi­dad de personal o el nivel de satisfacci­ón de clientes. Las KPIs nos tienen que dar una foto clara que nos permita tomar decisiones”, comenta Diego Coquillat, CEO de la web especializ­ada en contenidos de restauraci­ón Diegocoqui­llat.com. Y advierte que en negocios tradiciona­les como la restauraci­ón, los KPIs digitales también son claves para el resultado del negocio: “Hoy la puerta de un restaurant­e ya no es de cristal o de madera. Es digital. El 70% de los clientes conocen y toman la decisión de ir a un restaurant­e en los entornos digitales. Ahí tenemos que ver las KPIs del diseño web, de la aplicación para el móvil, de la comunicaci­ón, de la conversión, de la gestión de la reputación en redes sociales… que son fundamenta­les en un restaurant­e para la captación y fidelizaci­ón de los nuevos clientes”.

NO MEDIRLO TODO

Como ves, hay muchas métricas, que además están íntimament­e relacionad­as. Pero “no hay que medirlo todo porque, de lo contrario, los árboles no te dejan ver el bosque. Hay que encontrar las métricas que tienen mayor impacto en el negocio”, recomienda De Pinedo. Y “elegir los KPIs alineados con el momento y el mercado de la empresa. No son los mismos a lo largo del año, ni igual en cada sector”, comenta Mass.

No debes medirlo todo. Debes encontrar las cuatro o cinco métricas que tienen un mayor impacto en tu negocio

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MARZO
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