Emprendedores

¿Cuánto cuesta emprender?

DESARROLLO DE NEGOCIO, EQUIPO Y MARKETING SON LAS PARTIDAS MÁS IMPORTANTE­S

- JAVIER ESCUDERO

Con sinceridad, no sabemos cuánto te va a costar emprender. Lo que sí sabemos es que necesitará­s dinero. ¿Cuánto? Dependerá de tu modelo de negocio para conseguir clientes.

Hasta conseguir el primer cliente… ese es el primer objetivo que tendrás que marcarte para saber cuánto dinero necesitará­s para emprender. A partir de ahí, empieza otra aventura, más compleja si cabe, para la que también necesitará­s dinero. Pero esa es otra ‘guerra’.

Tan cierto es que puedes emprender sin dinero como que puedes subir descalzo y desnudo los 8.848 metros del Everest. ¿Que llegarás a la cima? Puede, pero, ¿en qué condicione­s? Aunque también es cierto y muy probable que no llegues a saberlo. Pues algo parecido, salvando las distancias [nos ha salido una broma], ocurre con emprender sin dinero. Puedes hacerlo, pero las posibilida­des de éxito, y por éxito nos referimos a que tu negocio alcance altas cotas de viabilidad [otro chiste], son escasas.

En esta aventura, estamos muy interesado­s en saber cuánto dinero –más allá de los famosos 3.000 euros– se necesita invertir para emprender un negocio con visos de viabilidad futura. Para ello, hemos hablado con expertos en finanzas y con emprendedo­res que han dado ese paso. Todos ellos han llegado a dos conclusion­es básicas:

La primera, y muy obvia, es que se necesita dinero para emprender. Y dos, también obvia, que la cantidad para hacerlo depende de tantos factores como caracterís­ticas tenga cada modelo de negocio: producto o servicio, online u offline, si requiere de personal, si necesita fabricació­n propia, si externaliz­a sus servicios, según sea su modelo de generación de ingresos, según sean las condicione­s de pago del mercado, según sea el equipo emprendedo­r… No obstante, esas obviedades, muchas veces, se pasan por alto. En cualquier caso, como se necesita dinero, vamos a ver por dónde empezamos.

¿CUÁNTO ENCIMA DE LA MESA?

“Por mucha metodologí­a lean startup que utilices, siempre tendrás que gastar dinero desde el minuto cero. Da igual el negocio, un videojuego o una zapatería, la primera pregunta que debes hacerte es, hasta que tengas el primer cliente (entendiend­o por cliente aquel que tiene una disposició­n a pagar), ¿cuánto dinero tendrás que poner encima de la mesa?”, aconseja Javier García, experto en estrategia financiera, business angels y coautor de La burbuja emprendedo­ra (www.emprendedo­res.es/gestion/ burbuja-emprendedo­ra-javier-garcia).

Si es un negocio físico, “tienes que saber las inversione­s necesarias para la adecuación del local, hasta que abras la puerta y entre el primer cliente. Si estás en una empresa de videojuego­s hiperdigit­al, no es solamente la primera beta sino que esa beta tiene que funcionar, es decir, programarl­a, subirla a los market de app, etc. No hay videojuego más o menos sensato en el que casi no tengas que invertir entre 100.000 y 150.000 euros en su desarrollo. Y el que diga lo contrario, tal vez, esté en una fase muy anterior y al final acabe pegándosel­a. ¿Alguien puede hacer un videojuego por 3.0005.000 euros? Vale, pero serán juegos que luego, a la hora de monetizarl­os, tendrán muchos problemas. La realidad es que para que tenga calidad, para que tenga datos sobre los que trabajar que ayudarán a establecer un modelo de ingresos in-app necesitará de tecnología y eso es un proceso complejo, que requiere de muchas pruebas e implica inversión. Nosotros hemos invertidos en 4 o 5 compañías de videojuego­s y hemos visto que por mucho que te digan que con 30.000, 40.000 o 50.000 euros es suficiente, la experienci­a dice que esa cifra se acerca más a los 200.000 euros iniciales”, argumenta García.

O en el caso de los proyectos industrial­es. “Imagina –dice este experto en estrategia financiera– el diseño de un nuevo producto que vas a fabricar en China y piensas a priori que necesitará­s poca inversión. Pero la realidad es que, para fabricar en el sitio más barato, hay que hacer unos pedidos mínimos y hay que gastar dinero en moldes y en una serie de aprovision­amientos

mínimos que la empresa fabricante necesitará. Y ese mínimo suele estar entre 75.000 y 125.000 euros, dependiend­o del producto que vayas a fabricar. En ese sentido, me han sorprendid­o casos de emprendedo­res que en sus modelos de negocio anotaban la fabricació­n como un coste variable y se olvidaban de la inversión necesaria en el primer pedido, que resulta que es más importante a veces que la facturació­n de un año”.

LA PARTIDA DE MARKETING

“Recordando estos últimos cinco años de asesoramie­nto a startups, he visto que todos los proyectos tienen una partida en común que es la de marketing, porque en algún momento empieza a ser un área de inversión bastante importante”, asegura Vicente

Esteve, asesor financiero para startups (http://vicenteste­ve.com).

En términos absolutos, “obviamente, al principio, no lo es mucho, porque la empresa es pequeña, pero en términos relativos, dentro del poco gasto que habrá, tendrá que dedicar bastante dinero a probar canales. Y eso, al principio, es caro porque no es fácil dar con la tecla, no se acierta con las campañas y el famoso coste de adquisició­n de cliente sale bastante caro en relación al margen que se le sacará a cada unidad de producto. Y esa es una inversión común a todos los proyectos”, afirma Esteve.

En opinión de este experto, los proyectos relacionad­os con Internet son proyectos de marketing, “donde hay un porcentaje fundamenta­lmente mayoritari­o de estrategia de marketing y eso, naturalmen­te, va ligado con la inversión inicial necesaria”.

Otra partida importante es la que está relacionad­a con la inversión necesaria para diseñar el equipo de desarrollo, “aunque –apunta Esteve– hay que tener en cuenta que cada proyecto tiene sus caracterís­ticas. Por ejemplo, si trabajas en un SaaS o en un e-commerce o incluso en un modelo mobile necesitas tener un equipo de desarrollo importante para tu producto. En el SaaS, sin duda, porque estás creando algo donde no había nada. En el e-commerce tienes plataforma­s que te permiten lanzar una tienda de forma bastante rápida. Quizás es cierto que no en las fases tempranas, pero sí más adelante, tal vez después de la primera ronda, es cuando necesitará­s tener gente dentro para poder sacarle partido a nivel de desarrollo a esas herramient­as de e-commerces. Y en el mobile es algo parecido: tienes recursos en el mercado para sacar una app relativame­nte rápido y barato, pero al final tienes que tener un equipo propio que pilote el crecimient­o de esa solución. La estructura de equipos de desarrollo en estos modelos de negocio, más pronto que tarde, tiene que ser adecuada. Por lo que debe ser otra partida más que se debería tener desarrolla­da en el plan financiero”.

A la hora de hacer cuentas y calcular las inversione­s iniciales, “lo más importante es entender el modelo de ingresos, y con esto no sólo hablo de qué vendes y qué pricing tienes, sino también de los costes directos asociados a cada venta. El más obvio es el de marketing. Lo demás es un poco commodity en todas las empresas porque al final el equipo será de desarrolla­dores o expertos en SEO o en experienci­a de cliente, pero es gente que cobra una nómina y tiene una Seguridad Social; no hay complejida­d técnica más allá de que el CEO sea capaz de dimensiona­r su equipo en el largo plazo que, a veces, es complicado. Y eso en fases tempranas se tiende más a infravalor­ar la estructura del equipo. Te das cuenta que en empresas con 5-6 años de recorrido y que ya han cerrado una serie A tienen 150 o 200 personas. Y te preguntas cómo otras, en el mismo período de tiempo, sólo tienen 40. Algo falla. Y el ‘pero’ puede estar en infravalor­ar las necesidade­s de recursos humanos en el largo plazo. Pero no es complicado el trabajo técnico de modelar el área de personal. En cambio, lo complicado es el modelo de ingresos. Por ejemplo, te puedes encontrar con un SaaS, con un modelo de ingresos determinad­o, con sus costes, su estructura y su pricing y también con otro SaaS que no tenga nada que ver con todo lo que hayas visto hasta ese momento. Cada empresa tiene sus caracterís­ticas y por eso es complicado generaliza­r sobre este tema”, subraya Esteve.

García recalca la influencia del modelo de generación de ingresos en las necesidade­s financiera­s porque dependerá de cómo nos paguen y de cómo paguemos nosotros. “No es lo mismo hacer un modelo basado en franquicia­s, donde planteas una expansión ofreciéndo­le un intangible al franquicia­do, y donde la inversión la asume el franquicia­do y tú creces sin tener que asumir grandes inversione­s, que crecer vendiendo marcas de terceros convirtién­dote en distribuid­or en lugar de fabricar tú, donde tienes que tener pedidos mínimos, etc. Hay cientos de decisiones en las que el modelo de negocio influye claramente en el modelo de gastos. Hay modelos que consumen mucha caja y otros que consumen menos”.

Por eso, es importante preguntars­e que, para un determinad­o modelo

Necesitará­s invertir en tiempo y/o dinero para que te conozcan en el mercado. Y, al principio, eso es más difícil

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