“Huimos de un exceso de inversión en los locales”
Lo extraordinario de esta cadena de vinos y destilados es que ha consolidado su liderazgo en el sector, con una red que se concentra casi al 100% en la provincia de Barcelona. El interés sube de graduación, al saber que su origen está en un supermercado familiar abierto en 1982 en Sabadell. “Lo fundó mi padre, con un enfoque muy moderno para la época, equiparable a los súper de hoy en cuanto a dimensión, servicios, instalaciones…”, recuerda Daniel
López, gerente de la empresa. “Tenía además un lineal con vino y licores muy superior a lo que se encontraba en los supermercados, ya que a mi padre le apasionaba ese mundo”.
Así transcurrieron las décadas de los 80 y los 90, periodo en el que abrieron 15 unidades, hasta que la familia fundadora observó que la concentración del sector era cada vez mayor, lo que complicaba el futuro. Resolvieron entonces dar un golpe de timón y especializarse. El siguiente paso fue vender el negocio de los súper, para abrir en el 2001 la primera tienda Tic Tac Drinks, nombre heredado de los Supermercados Tic Tac, de los que acababan de desprenderse. A partir de aquí, montan una segunda tienda y crecen de forma progresiva. “A medida que avanzábamos nos especializábamos más y más, tanto en la formación del personal como en el nivel de surtido, con artículos menos conocidos y con bodegas más pequeñas con las que tuviésemos un trato más directo”.
Damos otro salto temporal, hasta el 2009-2010, un bienio prodigioso que marcará el futuro de una compañía que, en este periodo, había tejido una red de 15 establecimientos propios. Por un lado, lanzan la web y, como parte del proceso, cambian un nombre genérico como el de Tic Tac por la actual denominación de Vinalium. El otro hito es el comienzo de la expansión a través de franquicias, que les ha permitido alcanzar los 48 centros y cerrar el 2017 con una facturación de 7,7 millones de euros, frente a los 7,1 del año anterior.