Yaiza Canosa
es una joven emprendedora que, a los 25 años, ya ha creado tres empresas. Su último éxito es el operador logístico Goi.
Lo que le interesa a Yaiza Canosa son los negocios ligados a la tecnología. En esa línea, empezó a desarrollar proyectos a los 16 años y hoy, con 25, va ya por su tercera empresa. Asegura que el día que sienta que no merece la pena lo que hace, dejará de emprender.
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El primer emprendimiento, el de los 16 años, se lo compró la empresa para la que trabajaba entonces, dentro del sector audiovisual. Estuvo bien porque le sirvió para promocionarse profesionalmente y ganar un dinero extra con el que costearse los estudios. Pero no era su empresa, ni tampoco el verdadero sueño de Yaiza
Canosa. Tampoco tendría que esperar mucho: finalizar sus estudios de ADE, saltar de su Coruña natal a Barcelona para desempeñar un puesto ejecutivo y trasladarse luego a Madrid.
Es entonces, a la edad de 21 años, cuando funda su primera compañía, Glue Concept, a medio camino entre una consultora de empresas y una joint venture. Aquí se une a otros emprendedores como David Segura, que se responsabilizó del área de de marketing, o Marcial
Cuquerella, en la gestión financiera. La experiencia de ambos en el mundo de las startups se une a la fortaleza de Yaiza Canosa en estrategia y gestión comercial “hasta completar las tres patas más importantes de un negocio”, afirma.
Una vez que Glue Concept coge velocidad, Canosa decide desligarse en parte del proyecto para acometer un emprendimiento al que venía dándole vueltas desde sus tiempos de estudiante y que se basaba en los problemas que tenía para recibir los paquetes de comida que su familia le mandaba. Fue de esta manera como fundó Goi, a la edad de 23 años, con la idea de crear un operador logístico equivalente a un Seur o un DHL en un segmento que no existía.
EL NUEVO LIBRO DE LA LOGÍSTICA
Cuenta que en más de una reunión, “de esas en las que el 95% son hombres”, le han preguntado de quién era secretaria. Pero a Yaiza Canosa, más que escribir al dictado, le gusta ser autora de sus propios textos. “Queremos escribir el libro nuevo de la logística”, es lo que dice perseguir con Goi, donde es CEO y fundadora.
Le acompañan en esta aventura empresarial figuras tan relevantes como Vincent Rosso, fundador de Blablacar España, o Alfredo Pérez, anterior director logístico de Amazon Europa.
Goi es un marketplace donde se ponen en contacto a gente que necesita enviar paquetes voluminosos (más de 50 kilos) con transportistas profesionales o particulares. El nicho que cubre es el de transporte, montaje e instalación, con un precio mínimo garantizado y siendo el cliente el que decide dónde, cuándo y cómo quiere recibir el paquete cuyo recorrido puede seguir en tiempo real gracias a la digitalización y la trazabilidad del proceso. Su core business es la última milla y su obsesión “añadir valor desde la perspectiva del usuario”.
Ella, con GOI, cree aportar dinamización, transparencia y aire fresco a un sector “muy masculinizado. Pero la fortaleza de la empresa no está en que yo sea mujer y joven, sino en la mezcla y agitación de ingredientes hasta lograr la combinación perfecta. No creo que el futuro se construya destruyendo el pasado, sino integrándolo, pero tampoco hoy se admite que el consumo vaya por delante de la logística, que es el pilar de toda la cadena de suministro”.
HERVIDEROS DE TALENTO
Derivado de Glue Concept, hace unos meses que Yaiza Canosa cofunda GlueWork, el nombre con el que quieren crear una red nacional de espacios de trabajo a modo de centros de inspiración o, como ella dice, “hervideros de talento”. En una selección previa que aplican a las empresas candidatas dice no fijarse tanto en el tamaño, la facturación o la fase de la compañía como en talento que atesora y su capacidad para compartirlo con otros. “Al final, talento llama a talento y, si trabajas en un espacio rodeado de esa elite de primer nivel emprendedor, acabas inspirándote y generando sinergias. Eso es precisamente lo que queremos construir”.
El primer GlueWork ya funciona en Madrid desde hace unos meses. Se trata de un espacio de 4.000 metros cuadrados, distribuido en 4 plantas y que acoge a unas 20 empresas. Funciona
también como centro de formación y asesoría. La idea es abrir otros 3 espacios similares antes de que finalice el año: uno en Valencia, otro en Málaga y un segundo en Madrid.
“COMO NO SABÍA QUE ERA IMPOSIBLE, LO HICE”
Ante una trayectoria como la descrita a la edad de 25 años, surge la duda de si Yaiza Canosa no se habrá saltado alguna etapa de esas que cuentan que son necesarias en la carrera emprendedora. “Hay una frase que me encanta y que dice: ‘como no sabía que era algo imposible, entonces lo hice’. Si alguien me hubiese dicho hace 4 años dónde iba a estar hoy, habría flipado, pero yo creo que los techos hay que romperlos y eso se consigue sin ponerte límites, haciendo cosas y mirando adelante”. En esta línea, una de las máximas que dice aplicar en GOI es tener prohibido “decir no sin pedir permiso”.
Pero tampoco elude la parte mala del emprendimiento. “Siempre digo que este no es un camino de rosas. Claro que hay incertidumbre, frustración, miedo, agobios… Hace falta un punto de locura para ser emprendedor, pero no me gusta el victimismo. Si seguimos en esto es porque también tiene muchas cosas que compensan y que no son necesariamente los dígitos de crecimiento”.
Para saber si a ella le compensa o no, dice formularse cada noche la misma pregunta: ¿ha merecido la pena? “El día que la respuesta sea un no, entonces lo dejaré porque solo tenemos una vida y tiene que merecer la pena vivirla”.