PASOS HACIA UNA MAYOR SOSTENIBILIDAD
SEAT ha reducido su impacto ambiental en cinco años un 25% y ahora se propone reducirlo en un 50% para el año 2025
SEAT refuerza su compromiso por implantar medidas y proyectos para maximizar recursos y minimizar las emisiones y el impacto medioambiental en todos los procesos. Con este fin se invirtieron alrededor de 6 millones de euros en 2017 en proyectos de sostenibilidad.
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La compañía desarrolla planes enmarcados en la iniciativa Ecomotive Factory, que forma parte de la estrategia PQT de SEAT (Producción, Calidad y Equipo), diseñada para mejorar la productividad y la calidad en sus plantas de Martorell, Barcelona y SEAT Componentes y dar respuesta a los retos de futuro.
Con esta finalidad, SEAT se propuso disminuir en un 25% su impacto ambiental en el periodo 2011-2018. Reto que cumplió con dos años de antelación, y ahora fija su objetivo en la reducción de un 50% para el año 2025. En comparación con la media de los fabricantes de su sector en Europa, SEAT consume, aproximadamente, la mitad de energía para producir un vehículo, un 23% menos de agua y emite un 65% menos de CO2.
Una de sus mayores iniciativas en términos de medio ambiente es SEAT
al Sol, la planta solar más grande de la industria automovilística en Europa y una de las más grandes del mundo (53.000 paneles), con una superficie de 276.000 m2, equivalente a 40 campos de fútbol, que permiten generar más de 17 millones de kWh anuales.
CHIMENEAS MÁS EFICIENTES
Entre sus dos proyectos más recientes está la nueva instalación para recuperar la energía que se emite en los hornos de secado de carrocerías de uno de los talleres. Con ella se ahorrarán 11,7 GWh al año en el consumo de gas para calentar agua, que se aprovecha posteriormente en los procesos del área de pinturas, y se dejarán de emitir 2.400 toneladas de CO2 cada año.
El otro proyecto nace con el objetivo de mejorar la calidad del aire en su planta de Martorell. Se trata de un pavimento fotocatalítico, compuesto de losas de hormigón a las que se les aplica dióxido de titanio que, en contacto con elementos contaminantes y, a su vez, con luz y oxígeno, descompone las partículas contaminantes de óxidos de nitrógeno (NOx). Además, las convierte en nitratos que se disuelven con el agua. De esta forma descontamina el aire, se limpia de manera autónoma y es bactericida.