La disrupción llegó al sector de las autoescuelas
En Dribo pensamos que aprender a conducir puede ser una experiencia gratificante, transparente y amena, adaptada a la realidad en la que vivimos. Por ello, hemos digitalizado el proceso formativo, a partir de un nuevo método gamificado propio y una gestión integral in app, tanto en la tramitación de los documentos como en la reserva y pago de examen o prácticas”, detalla
Enric Romero, CEO y uno de los cofundadores de esta startup, que quiere revolucionar esta actividad tradicional.
GRATIFICANTE. La idea surgió a partir del encuentro de dos ideas complementarias. Todo empezó cuando Óscar
Gallo, propietario de dos autoescuelas, conoció a Romero, que dirigía su propia agencia de publicidad digital (Enrenow). “Óscar quería modernizar y digitalizar sus autoescuelas. Tras analizar en profundidad el mercado, nos dimos cuenta de la enorme oportunidad que había. Nos encontrábamos frente a un sector poco digitalizado y con una mala percepción por parte de la mayoría de usuarios. Algo que debería ser gratificante, por el simbolismo e impacto que tiene en la vida de una persona, era percibido como un gran pain [dolor]”, recuerda Romero. Paralelamente, Alberto Pastor –otro de los socios– estaba desarrollando por su cuenta un software para autoescuelas. Sin conocer previamente al resto del equipo, había detectado una oportunidad de innovar en el sector de la formación vial. “Una tercera persona puso en contacto a Óscar y a Alberto y fue, a partir de entonces, cuando Dribo empezó a cobrar forma, al ver todo el potencial que había detrás”. El último en sumarse al proyecto fue Manuel Caldas, que había sido alumno de Gallo y que, para entonces, ya había trabajado en el mundo de las startup (Intelectium Business y McKinley Ventures). El funcionamiento de Dribo se basa en la optimización de todo el proceso de obtención del carnet de conducir, “ya que la parte teórica se realiza a través de la app (mLearning), mientras que la práctica, a través de vehículos propios y acuerdos con autoescuelas (marketplace).
Nuestro modelo de negocio se sustenta sobre dos ejes: el cobro por la gestión del examen (B2C) a los usuarios y también por la comisión del servicio B2B (autoescuelas)”, subraya Romero.
La inversión inicial fue de 40.000
euros
FINANCIACIÓN.
Los socios de Dribo invirtieron inicialmente unos 40.000 euros, que destinaron a la compra de activos, marketing y diseño. A principios de 2018, cerraron su primera ronda de financiación de 250.000 euros, entre capital público y privado (inversores profesionales de Deloitte, Cuatrecasas, Boston Consulting Group, McKinsey & Co, Amazon y Antai y Enisa), que han destinado a consolidar el proyecto, ampliar el equipo para mejorar la calidad y usabilidad de sus servicios y poder expandirse a nivel nacional.