UNA MARCA QUE PISA FUERTE EN EL MUNDO
Jordi Pons, gerente de Toni Pons, da las claves de éxito de una empresa que aspira a ser una franquicia global
Referente absoluto en el universo de la alpargarta, la firma busca impulsar su proyecto de franquicias, sobre la base de una marca sólida y reconocida en el mundo, que fusiona vanguardia y tradición.
Gracias a la red de tiendas propias, tenemos un programa de stock y logística único en el mundo de la alpargata
El origen más remoto de esta empresa familiar se sitúa en Osor (Girona) en 1946, cuando Antoni Pons Parramon crea una pequeña fábrica donde se producía el calzado de la época: alpargatas de yute y botines con suela de neumático. “A lo largo de su historia Toni Pons ha fabricado y comercializado calzado y complementos, sobre todo alpargatas, con una evolución constante en diseño y producción, pero sin perder la esencia y la tradición de sus orígenes”, recuerda
Jordi Pons, gerente de una firma siempre en movimiento. Este dinamismo les llevó a emprender, en los 90, un proceso de internacionalización, que les permite estar en 50 países en los cinco continentes. “Y ya en el 2016, coincidiendo con el 70 aniversario, realizamos un restyling de la imagen, actualizando el logotipo y creando secciones en la colección, cada una de ellas con una marcada personalidad”.
Pero no son estos los únicos hitos recientes de una compañía que también ha lanzado los Espacios Toni Pons, tiendas con carácter mediterráneo donde la alpargata es la protagonista, acompañada por complementos en temporada de primavera-verano y por calzado para las épocas más frías. “Hemos confirmado su buena aceptación, tanto por parte del público local, como por parte de los turistas que buscan un producto mediterráneo y 100% made in Spain”.
UNA CADENA QUE PISA FIRME
Con una red de ocho establecimientos en España, cuatro en México y uno en Malasia -además de su tienda online www.tonipons.com-, la marca ha decidido subir un escalón e impulsar su proyecto de franquicias. “Nuestra experiencia en la fabricación y venta de alpargatas, unido al éxito de las tiendas propias, ha generado un modelo de éxito que ahora queremos compartir”. A partir de aquí, ya tienen varios proyectos en curso, tanto en España como en el mercado internacional. “El objetivo no es ser una franquicia local sino global”.
Para tejer su red, seleccionan desde profesionales con experiencia en el mundo del retail y del calzado, hasta inversores, pasando por gente que busque autoempleo. El asociado pasará a formar parte del líder en la fabricación de alpargatas producidas en España. “Queremos dar respuesta a cualquier público, por lo que desplegamos una variedad de modelos y diseños que ninguna otra marca puede ofrecer”.
UN SOPORTE INTEGRAL
Desde la central prestan un apoyo total. “Destacaría el compromiso de reponer todas las referencias de la tienda, sin costes de transporte, lo que permite al asociado disponer del stock óptimo en cada momento, sin olvidar que finan- ciamos el stock inicial y damos facilidades de pago en esas reposiciones”. A esto, se suma el soporte del equipo de marketing y comunicación para generar repercusión y tráfico en el punto de venta, además de una formación exhaustiva en producto y gestión. La inversión inicial depende del tipo de tienda y de su dimensión. “El mobiliario cuesta unos 600 euros/m2, mientras que el stock oscila entre 30.000 y 45.000 euros. Fijamos, por último, un canon de 4.000 euros por la gestión y diseño del proyecto de tienda y otros aspectos como el programa informático”.