Deporvillage.
XAVIER PLADELLORENS, FUNDADOR Y CEO DE DEPORVILLAGE, EL E-COMMERCE DE DEPORTE QUE MÁS CRECE EN TODA EUROPA
Factura 50 millones y se ha convertirdo en el ecommerce de deporte que más crece en Europa.
A Deporvillage le ha bastado poco más de seis años para convertirse en el e-commerce de referencia en artículos de ciclismo en España. El Financial Times, en su ranking FT1000, la ha calificado como la web deportiva que más creció en Europa. Sus fundadores no descartan integrarse en una multinacional.
Fundada en 2011 por dos amigos,
Xavier Pladellorens, 42 años, un experto en marketing online, y Angel Corcuera, 45, un especialista en operaciones logísticas industriales, la empresa facturaba solo 3,5 millones de euros en 2013 para alzarse a los 22 en el 2016 y a los 35 el año pasado. Para el 2018 espera alcanzar, o superar, los 50 millones de euros.
Lo conseguido por los dos amigos no es nada fácil. Cada año se crean nuevas web especializadas en e-commerce de artículos deportivos, pero pocas resisten. ¿Qué explica el rápido crecimiento de Deporvillage? Pladellorens, que ejerce como CEO, reconoce que una clave fue, sin duda, la especialización en solo un deporte: el ciclismo. La web empezó vendiendo de todo: fútbol, tenis, baloncesto, padel… Pero al poco tiempo se dieron cuenta de que ya había unos cuantos actores en el mercado, muy poderosos, algunos también especializados, y que, además, la dispersión generaba mayor gasto y necesidad de inversiones.
“Teníamos que buscar un foco más concreto. En Internet tienes que ser el mejor en lo que haces. Si nos hubiéramos dedicado a todos los deportes, no hubiéramos llegado a ningún sitio”, explica Pladellorens. También nos esforzamos en crear marca. “Igual que para la gente El Idealista es sinónimo de inmobiliario, nosotros queríamos ser sinónimo de ciclismo. La especialización nos daba la posibilidad de posicionarnos como expertos en la mente de unos consumidores que te hacen montones de preguntas técnicas sobre productos”.
UNA ELECCIÓN CRUCIAL
¿Por qué el ciclismo? La verdad es que pensaron en distintos deportes, entre ellos el fútbol, pero vieron que este, pese a su glamour, no les interesaba porque tenía pocas marcas de artículos y ropa, y depende excesivamente de la estacionalidad de los éxitos de los equipos. “En el ciclismo –apunta– todo está más atomizado, hay muchas marcas y, además, al contrario del fútbol, que es un deporte maduro, cada vez hay más practicantes”.
Otro factor esencial fue su flexibilidad para adaptarse, en cada momento, a las circunstancias que les iban surgiendo. Pese a que los dos amigos elaboraron un plan de negocio, lo que les permitió ganar uno de los premios en el evento Seed Rocket y recibir la primera inyección de capital (300.000 euros), este era bastante elemental, sin demasiadas precisiones.
“Hay que tener en cuenta que cuando empezamos no teníamos ni idea de cómo debía ser un sitio de e-commerce deportivo ni tampoco sobre el producto”. ¿La solución? Encargaron la web a una empresa externa, utilizaron un almacén de terceros y empezaron con muy pocos proveedores.
Xavier reconoce que el hecho de que él y su socio fueran expertos en dos funciones básicas en una empresa de e-commerce ayudó, y mucho. Los inversores no han tenido que tratar con jóvenes ‘visionarios’, llenos de buenas intenciones, sino con profesionales con una larga trayectoria en funciones ejecutivas de primera línea. Pladellorens, licenciado en ingeniería Industrial, trabajó en la consultora PwC, en la cadena de supermercados Caprabo y en la web de viajes Edreams, “Allí viví la filosofía del ‘todo es posible’ de las startups”.
Los dos fundadores han sabido aprovechar, sin dudar, todas las oportunidades que se les presentaron. Una de ellas fue la entrada de Mediaset en su capital, en una de las rondas de financiación. A cambio de su participación, Mediaset les ofreció hacer publicidad en televisión (Telecinco). Estas campañas contribuyeron a crear una marca reconocida como gran experta en ciclismo, lo que le abrió la puerta a los acuerdos con la Vuelta a España, el Tour de Francia y el Giro de Italia.
“Esta publicidad nos ayudó a dar un salto importante y a estar donde estamos”. Más aún, el propio Pladellorens reconoce que “de no haber realizado aquella publicidad a lo mejor hubiéramos desaparecido”. De hecho, Deporvillage sigue con esas campañas, en
“En Deporville nos mueve la filosofía del ‘todo es posible’ que aplican las mejores startups”
España, y también en Francia (Eurosport 1) e Italia (Mediaset), solo que ahora más enfocadas a eventos deportivos concretos.
Otro factor decisivo es que, al contrario de otros emprendedores que no son capaces de funcionar sin cantidades ingentes de capital, los dos socios fundaron la empresa con muy poco dinero. Y han sabido aprovechar hasta el último euro llegado después. Deporvillage no ha recibido más que siete millones de euros en las tres rondas de financiación realizadas. Una cifra que, según reconoce, “es pequeña para una empresa de e-commerce”. En esta línea de austeridad, los dos emprendedores tomaron la decisión de encargar las operaciones logísticas a una empresa exterior, algo inédito ya que “todos nuestros competidores sí cuentan con una plataforma logística propia”.
UNA ELECCIÓN CRUCIAL
En Deporville, sin embargo, no creen imprescindible ostentar la propiedad de la logística. “Lo importante –dice Pladellorens– es que funcione bien. Si las entregas y devoluciones se procesan con eficiencia, no tiene sentido destinar inversiones a ese apartado”. No solo se han ahorrado decenas de millones de euros en equipar almacenes y comprar flotas de transporte y reparto, sino que han evitado cargarse de enormes plantillas, algo contraindicado en la etapa de lanzamiento.
“El almacén está externalizado y pertenece a otra empresa, pero lo importante es que nosotros controlamos todo el proceso. Está solo a cinco kilómetros de nuestra sede y tenemos tres personas allí de modo permanente, que hacen un seguimiento puntual de las operaciones”.
De cara al futuro, la prioridad en Deporvillage es seguir creciendo, con una mayor apuesta por los otros dos deportes de la ‘casa’ (el outdoor y el running) y con la implantación en nuevos mercados. Esto, además, de la consolidación de su marca propia, Imperfect, que lanzaron este año: unos proyectos que, según Pladellorens, “resultarán difíciles de desarrollar en solitario”. De ahí que la idea de los dos socios sea, extrañamente (dado su éxito en solitario), buscar la integración de Deporvillage en una gran multinacional.
Si fuera solo para financiar el crecimiento, a Deporvillage le bastaría con llevar a cabo algunas rondas de financiación más. La cuestión es que, según asegura el emprendedor, “nos vamos a enfrentar en los próximos años a un gran proceso de concentración en el retail online, también en ropa y artículos deportivos, lo que nos planteará problemas para seguir independientes”. Y obligará a los dos socios a aprovechar la oportunidad, cuando surja, sobre todo porque, ahora, con 50 millones de ventas previstos para este año, “tenemos el tamaño adecuado para integrarnos en un grupo grande”.
Pladellorens reconoce que no tiene la menor idea de con quien le gustaría ‘casarse’, si con una gran compañía del e-commerce como Amazon o una cadena física del deporte como Decathlon. Sí avanza que también cabe la posibilidad de fusionarse con alguna de las grandes webs de artículos deportivos. “Hay muchas compañías de Internet especializadas en ciclismo en Francia, Inglaterra o Alemania”, dice. De hecho, el pasado mes de febrero, la británica Wiggle (líder online europeo en artículos de ciclismo y running) adquirió la también británica Chain Reaction Cycles.
“Tener como socio a Mediaset ha hecho que nuestra marca tenga gran notoriedad” Xavier Pladellorens