Las técnicas de los campeones también pueden ser usadas por los emprendedores
La suya es la genialidad de la lógica y de la humildad. Tras 27 años acompañando a Rafa Nadal por los principales circuitos del mundo, regresó en enero a su Manacor natal para dirigir el centro de alto rendimiento que lleva el nombre de su sobrino. Hoy no
Después de casi tres décadas ayudando a forjar al mejor deportista español de todos los tiempos, el pasado mes de enero Toni Nadal decidió cambiar de registro para asumir la dirección deportiva de la Rafa Nadal Academy by Movistar. Un cambio radical que, sin embargo, él afronta, como todo en su vida, “con total normalidad. Antes iba con uno de los mejores jugadores del mundo y ahora con jugadores de otro nivel. Son etapas. Entendí que ya no era necesario en el trabajo que hacía, que Rafa estaba suficientemente bien atendido y que no necesitaba mi presencia.
Me gusta sentirme útil y en ese momento con él ya no lo era”.
Ahora asume un nuevo desafío preparando a 125 alumnos del programa anual que aspiran a convertirse, si no en un nuevo Nadal, sí al menos en tenistas profesionales algún día. Algo que no todos conseguirán. “Yo siempre les digo a los padres que nosotros no les vamos a hacer profesionales, les vamos a ayudar a que lo puedan conseguir, pero el trabajo es sólo suyo. Un entrenador no hace un campeón, le da instrumentos y consejos, pero es un tema personal de cada uno”.
SENTIDO COMÚN... ¡Y MUCHO MÁS!
Aunque defiende que “el único método que tengo es el sentido común y la lógica”, hay varias claves en su discurso que cualquier emprendedor debería asumir:
Compromiso. “La clave para superarse día a día es el compromiso. Es eso lo que hace que cuando crees que no eres suficientemente bueno en algo sigas preparándote. Lo fundamental es el compromiso que tú tengas con las cosas y las ganas de mejorar que tengas, la pasión por lo que haces”.
Trabajo constante. “Como entrenador mi labor es crear en los chavales unos hábitos de trabajo y de compromiso con lo que hacen. Yo intenté que Rafael sintiera la necesidad de mejorar y que no se contentara con lo hecho, en realidad que no se contentara con casi nada. Muchas veces lo que le falla a la gente es que cuando las cosas les van bien, se duermen en los laureles. Yo he visto gente muy buena quedarse en el camino por acomodarse. Siempre hay que seguir”.
Fortaleza mental. “No conozco a nadie que no tenga miedo ante un nuevo desafío, reto o cambio. La incertidumbre se trabaja con reflexión. Casi nadie tiene la certeza de que las cosas van a ir bien. Las dudas siempre están ahí, pero es que sólo los muy tontos no dudan. El que avanza es aquel que duda, decide, se equivoca y con cada intento equivocado mejora. Todo el mundo va mejorando con los años porque va trabajando sus habilidades y sus debilidades”.
Talento y aprendizaje.
“Muchas veces la gente confunde talento con una facilidad para hacer las cosas. El talento es la mezcla de lo que tú necesitas para ser un buen jugador o emprendedor: habilidades, capacidad, predisposición mental, formación… El talento inicial es bueno, pero lo determinante es el talento final, que es la suma del talento inicial más trabajo más capacidad de aprender”.
Humildad. “Nadie es especial. Destacar mucho en un tema no te hace especial, sólo demuestra que tienes una especialidad. Mi sobrino es muy bueno a nivel tenístico, pero eso ¿le hace especial? Sería un poco extraño que alguien fuese especial por pasar la pelota por encima de una red”.
Ilusión realista. “Hay que saber conjugar ilusión y realismo. La ilusión es importante porque establece el nivel de lucha que nos ayuda a intentar emular a alguien. Luego está la realidad, no se puede perder el norte. Hay que conocer las capacidades de uno mismo y saber tus límites.”
Y estas lecciones aplicadas a la academia se traducen en “sacar lo mejor de cada alumno. Observar sus características y desarrollar un plan, pero siempre adaptado a cada jugador. Si yo hubiese intentado aplicar a Nadal los métodos de Federer no habría funcionado”.