EL CONSEJO DE LOS EXPERTOS
La robótica es un desafío para el empleo del presente; no del futuro. La economía actual depende de la tecnología y disrupciones como la IA, que acaban con trabajos repetitivos de baja cualificación. También, permiten la automatización de empleo con datos, administrativo o basado en patrones, afectando incluso a grandes directivos. Generan ventajas competitivas, escalabilidad y grandes barreras de entrada; imitan el comportamiento de expertos siendo más eficientes. Sin embargo, han generado rechazo en la población y las empresas e instituciones deberán comunicar cuidadosamente estas adopciones y, posiblemente, desligar el empleo del crecimiento económico. La logística con drones, los vehículos autónomos y el IoT son ejemplos de que es una realidad. Estas innovaciones han causado un gran impacto por su rapidez de desarrollo y la más lenta adaptabilidad de las personas. La flexibilidad y la cooperación serán ventajas al afrontar estos retos profesionales. Los robots son complementarios al empleo; no sus rivales.
VERÓNICA ESPINOSA FERNÁNDEZ
Responsable de eventos en Start UC3M
La revolución tecnológica es imparable. Para poder sobrevivir en un mercado cada vez más exigente y competitivo, las empresas deben apostar por la automatización, entendiéndose como una inversión para eliminar los sobrecostes en los procesos repetitivos y que menos valor aportan. Un paso necesario para asegurar su competitividad. Para los trabajadores, la digitalización no ha de verse como una amenaza, sino como la oportunidad de conseguir puestos de mayor relevancia, de sentirse más útiles sabiendo que su esfuerzo está dedicado a tareas que aportan valor. Es evidente que con la robotización se van a destruir una gran cantidad de empleos poco cualificados, pero también lo es el hecho de que aumentarán los puestos más especializados, obligando a los profesionales a reciclarse y a adaptarse a esta nueva situación. La tecnología no destruye empleos, sino que los transforma en puestos de mayor calidad. Un ejemplo es Corea del Sur, que con la mayor cantidad de robots por habitante del mundo tiene la tasa de desempleo inferior al 3,5%.
HUGO NEGRE
SAT departamento robótica de Orbel Grupo
El temor a la desaparición de puestos de trabajo por la tecnología es muy recurrente y más aún si hablamos de robótica. Los números dicen lo contrario; hay una relación inversamente proporcional entre el índice de robotización de un país y la tasa de desempleo. Los países con mayor nº de robots instalados por habitante, como Corea del Sur o Japón, tienen las tasas más bajas, inferiores al 4%. En países como España o Italia, esto es superior al 10% y están mucho menos robotizados. La robótica mejora la productividad al mecanizar tareas, eliminar rutinas y permite el desarrollo de nuevos trabajos como el diseño, fabricación, operación y mantenimiento de estos robots. La automatización hace viable nuevas industrias que requieren niveles de precisión y calidad. La robótica es un complemento, no un sustituto. Según el informe de LinkedIN de empleos emergentes en 2020, la demanda del ingeniero en robótica crecerá un 65%. Este perfil es buscado sobre todo por empresas de entornos industriales y supone un impulso de crecimiento para el Data Science, IA e IoT.
MILA PUIG
Business Developer de MIOTI