LUCA DE MEO, UNA MENTE INQUIETA
ESTE ITALIANO SUPO QUE LOS COCHES SERÍAN SU PASIÓN CUANDO, A LOS 6 AÑOS, LE DIERON UNA VUELTA EN EL LANCIA FULVIA QUE GANÓ EL CAMPEONATO DE RALLIES DE 1972. AHORA ES EL PRESIDENTE DE SEAT, UN ENAMORADO DEL PÁDEL Y DE LA MÚSICA ELECTRÓNICA
Nos encontramos con Luca de Meo ( Milán, 1967) en el Museo ABC de Madrid, donde al día siguiente se presentarán los resultados económicos de Seat, la empresa que preside. Llega rodeado de toda una corte de colaboradores que le enseñan las instalaciones y consultan los últimos detalles del evento. Pero, en cuanto conseguimos ser su centro de atención, este italiano de aspecto juvenil resulta de lo más cercano.
VOCACIÓN PRECOZ
El mundo del automóvil es su vocación, de la que fue consciente muy pronto: “Cuando tenía seis años vivía en Costa de Marfil, donde se celebraba una prueba del mundial de rallies. Los de Lancia vinieron a casa y el campeón italiano de entonces, Arnaldo Cavallari, me dio una vuelta en el Fulvia
con el que tenía que competir al día siguiente. En ese momento decidí que tenía que dedicarme a este mundo”, cuenta. Y así fue. Cuando llegó a la presidencia de Seat en 2015 ya sumaba 20 años en el sector. Antes había pasado por Renault, Toyota, Fiat y llevaba en el Grupo Volkswagen desde 2009.
A pesar de la vida ajetreada que se presupone a su cargo, De Meo asegura que tiene una vida muy normal: “Lo primero que hago cuando me levanto, como casi todos, es mirar mi teléfono móvil”, dice sonriendo. Eso sí, si sale a las siete de la oficina, se va a jugar al pádel, un deporte que le encanta. “Aunque últimamente no lo he hecho más de dos días al mes”, admite con resignación.
También es un apasionado de la música electrónica. “La descubrí cuando vivía en Berlín y ahora organizo en verano un festival de música electrónica en el sur de Italia. También patrocinamos el Primavera Sound en
Barcelona. Al fin y al cabo, Seat es una marca joven”, dice satisfecho.
Su tesis universitaria versó sobre la ética en la empresa. Toda una declaración de intenciones para un gestor. “Pienso que hay una gran diferencia entre las buenas empresas y las grandes empresas. Las primeras son las que hacen buenos productos y ganan dinero y las segundas las que, además, empujan el progreso y lo comparten con la comunidad. Cuando todos en una empresa tienen claro un objetivo común, esta es más competitiva”, asegura.
Sea por esto o no, los tiempos de De Meo en Seat lo son de apuestas fuertes. En febrero presentaba Cupra, una nueva marca: “Es una declaración de amor a la industria, una marca especial que va a tirar de toda la empresa hacia arriba”, confía. Además, en breve lanzarán su gran apuesta para 2018: el Tarraco, un SUV de siete plazas “con el que equilibrar la visión de marca de coche pequeño”, termina.