WHAT ELSE?
CREES QUE CONOCES LONDRES COMO LA PALMA DE TU MANO, COMO UN RESIDENTE MÁS. Y DE PRONTO TE TOCA PLANIFICAR UN FIN DE SEMANA A TOPE Y NO QUIERES SEGUIR ‘LA RUTA DE LOS TURISTAS’. ¿QUÉ HACES? POR LO PRONTO, SEGUIR NUESTROS CONSEJOS Londres nunca para. Ni con el brexit acechando baja el ritmo. Y ahora que apetece más viajar (cuanta menos ropa de abrigo, menos pereza da hacer la maleta) nos hemos ido a otear qué se cuece en la city que abandera las tendencias europeas. Cuando tú vas, Londres ha vuelto.
1. QUÉ COMER. El mejor plan para este viaje relámpago es probar restaurantes que no conozcas. Pon rumbo, por ejemplo, a Casa Cruz [1]. Abrió hace algún tiempo en el coqueto barrio de Notting Hill y tiene detrás al empresario gastronómico y as de las fnanzas Juan Santa Cruz. Decoración con plena opulencia y una carta con tintes de inspiración sudamericana son el plan. Y si Casa Cruz es la versión masculina, Isabel, en Mayfair, es la versión femenina a la que ir con tu pareja. Una barra de ébano, espejo y lámparas de bronce pulido te dan la bienvenida. Como con su ‘hermano’, han puesto toda la carne en el asador (nunca mejor dicho, ya que Santa Cruz es chileno) y han apostado por crear un restaurante experto en propuestas bajas en grasas que se ha convertido en un sitio de peregrinación para comer arepas. Otras aperturas interesantes son la primera sede de la célebre cadena asiática de dim sum Din Tai Fung, en la que preparan uno de los mejores xiaolongbao del mundo. Además, tendrás que encender tu radar ante el nuevo restaurante del maestro chino A. Wong y el desembarco de Quique Dacosta, que va a traer todo su knowhow arrocero y a enseñar a los londinenses a comer buenas paellas. 2. DÓNDE ALOJARSE. Para dormir nos trasladamos al East End. Acaba de abrir Nobu Hotel Shoreditch, el segundo de la cadena en Europa, que se va a convertir, sin lugar a dudas, en un reclamo de lujo y sofsticación. Si a estar emplazado en el barrio artístico de Londres le sumamos la flosofía de los establecimientos Nobu de “el este se encuentra con el oeste”, damos con un establecimiento que mezcla los materiales industriales (acero, hormigón) tan propios del barrio con la estética minimalista japonesa. Sus 150 habitaciones y suites destilan funcionalidad y diseño contemporáneo, aunque lo mejor se esconde en el piso -2. Allí está el restaurante Nobu [2], a cargo del maestro y empresario japonés Nobu Matsuhisa, con más de 300 metros cuadrados para dejar boquiabierto al personal. ¿El plan? Probar la cocina ‘ Nobu style’ de cortes japoneses e infuencias peruanas, acompañada de una ecléctica colección vintage de sakes, whiskies de edición limitada y champagnes difíciles de encontrar. seguro que sabes dónde se inventó el Bellini. En el Harry’s Bar de Venecia, por supuesto. Pues en Knightsbridge ha abierto Harry’s Dolce Vita [3], un restaurante y coctelería con todo el glamour de los años 50 italianos. La idea es vivir –y beber– un poco de esa dolce vita gracias a su combinación de cócteles clásicos (como el infnite negroni o el Aperol spritz) con otros más modernos (como el Harry’s limoncello spritz o el Harry’s italian trinity Martini, con un toque de romero, limón y perlas de aceite de oliva virgen extra). Para que no salgas de allí mareado, pide un carpaccio de atún o la burrata al tartufo.
4. QUÉ COMPRAR. ¿Una conceptstore metida dentro de una instalación de arte? La idea mola, y mucho.
Hablamos de LN-CC [4], una forma diferente de entender el lujo más cosmopolita. No es nueva, pero por lo especial que es tienes que conocerla. En la calle donde se encuentra no verás un cartel que la anuncie y solo los más ávidos fashionistas consiguen dar con ella. Y es que comprar allí lleva la experiencia a otro nivel: primero tienes que concertar una cita previa para visitar la tienda; una vez dentro, casi te parecerá que visitas una exposición, donde, además de las últimas tendencias en moda, podrás hacerte con una cuidada selección de libros y vinilos raros.
5. SOLO PARA TI. Sabemos lo que cuesta encontrar un aroma que se adecúe cien por cien a uno mismo. Además, dicen que cada colonia huele diferente en función de la persona que la lleva. Pero oye, ¿y si quieres oler a ti? Crear tu propio perfume. Eso es lo que ofrece Penhaligons [5], una casa perfumista londinense, desde 1870, en su tienda del Burlington Arcade. De la mano de su equipo de expertos y con solo unos pocos datos sobre qué cosas te gustan en una fragancia, saldrás de allí con tu perfume bajo el brazo. Eso sí, no te olvides de pedir cita previa.
6. LO QUE VIENE. Aquí es donde vas a tener que tirar de tu amigo con contactos, ese que se fue a hacer carrera a Londres y ahora trabaja en fnanzas en la city. Seguro que es miembro de algún club y, si tienes mucha mucha suerte, quizá lo sea de