XU LEI: EL AMO DE LAS SUBASTAS
Gustar a los chinos millonarios es el sueño de todo artista. Este pintor tranquilo lo ha conseguido recuperando la tradición taoísta en sus pinturas sobre seda. Ahora viene para conquistar Occidente
La Galería Marlborough de Madrid acogió hace unas semanas la exposición Interact, del pintor chino Xu Lei. La decena de obras que trajo son su peculiar diálogo entre tradición y modernidad, un intento de recuperar la tradición china de la pintura en tinta sobre seda. Encumbrado entre los artistas contemporáneos más cotizados en subastas, le pedimos a este artista tranquilo que nos explique su obra, para nosotros extraña.
ESQUIRE: Fue uno de los jóvenes involucrados en el 85 New Wave Movement, pero el incidente de Tiananmén en 1989 lo convulsionó todo, incluso el arte. ¿Cómo le afectó? XU LEI: En mi caso, fue cuando me di cuenta de la belleza y la importancia de mi propia tradición. Quería construir una conexión emocional entre pasado y presente. La flosofía taoísta es muy diferente a vuestra tradición cristiana de extremos. Nosotros siempre buscamos el equilibro entre contrarios, el yin y el yang. ESQ: ¿Qué es lo que más le interesa de la globalización en la que vivimos? XL: La interacción, la fusión y la posibilidad de armonía. Al fnal, es lo que está en la base de mi trabajo. ESQ: Hablando de fusión, en la Marlborough comparte sala con Almodóvar. XL: ¿ Ve? Interacción. Juntos un pintor chino que pinta sobre seda y un director occidental que hace fotografías, y a ambos nos gustó el trabajo del otro. Ese es el espíritu. ¿ Sabe? Le compré una de sus fotografías. Lo cierto es que he visto todas sus películas, es muy famoso en China. Me encanta Hable con ella. De su obra me gusta que es muy zen, mira a la cotidianidad y medita sobre ella. ESQ: En 2008 se convirtió en el elegido para diseñar la etiqueta de Château Mouton Rothschild. ¿Cómo le hizo sentir ese encargo tan importante? XL: Era el año de los Juegos Olímpicos de Pekín y también el año en que comenzó la crisis económica, con la que China tuvo mucho que ver, así que creo que me invitaron porque se dieron cuenta de la importancia del mercado chino, pero también por un interés en visibilizar a los creadores de mi país. Y fue todo un honor teniendo en cuenta los maestros que me antecedieron. Estas etiquetas son parte de la historia del arte. Cuando creé la mía cambié el caballo que suelo usar en mis pinturas por una oveja [ mouton, en francés] y la metí en una luna partida. En China, el vino, la poesía y la luna están íntimamente relacionados. Siempre se dice que los poetas beben y miran a la luna para escribir sus versos. ESQ: Creo que el pago por este trabajo fue de lo más suculento. XL: [ Risas] Cinco cajas de cosecha de 2008 y cinco de vino antiguo. Afortunadamente, aún me quedan. ESQ: Dicen de usted: “Es uno de los artistas chinos más cotizados desde los años 80 y uno de los artistas contemporáneos que más volumen de negocio generan en subastas”. ¿Cómo valora este hecho? XL: Únicamente significa que mi arte llega a más gente, y que gusta. Pero no le doy más importancia que a los comentarios de la gente que en las exposiciones se me acerca y me dicen que entienden mi mensaje perfectamente. El mercado tan solo es una reafrmación más del reconocimiento. ESQ: Habla mucho de la importancia de que su arte llegue. ¿ Qué poso quiere dejar en el espectador? XL: Hay un dicho chino que dice que el arte te ayuda a resolver tus problemas y a ser más creativo, así que espero que el mío sea una herramienta de evasión y de estímulo, al igual que lo es la música. Me gustaría que cuando la gente salga de una de mis exposiciones se quede con una sensación de tranquilidad, pero sin perder de vista ese estímulo creativo. ESQ: Como sucede en todo, ¿ hay también un fast food en el arte destinado solo a entretener, sin dejar poso? XL: Por supuesto. Lo ha habido en todos los periodos de la historia. Lo que pasa es que eso que llega a ser muy popular en un momento, posteriormente es juzgado por la historia y todo aquello que no ha aportado nada es olvidado. ESQ: Ha donado obras en beneficio de The Nature Conservancy. ¿Es un ecologista convencido? XL: Sí, además de miembro de esa ONG. Me preocupa muchísimo la naturaleza. Es algo que se puede ver en mis trabajos. ESQ: Acaba de estar dos semanas en Andalucía. ¿Qué tal la experiencia? XL: Me ha encantado. La manera de encajar diferentes culturas en un solo espacio es algo que me apasiona, y ahí sucede. Mire el Real Alcázar de Sevilla. Y esos patios andaluces, islámicos, son muy poéticos. Fíjese, los jardines occidentales y los japoneses tienen que ver más con la religión. Y se ven y se sienten diferentes a los chinos y los islámicos, que tienen más que ver con la poesía, con ese componente de decadencia. Maravilloso, ¿no cree?