SABEMOS MUCHAS COSAS DEL ESCRITOR ANÓNIMO MÁS BUSCADO DE ESPAÑA hacker
Bajo el seudónimo de Carmen Mola se oculta un escritor conocido porque, cuando le hemos preguntado si es su primera novela, ha respondido con evasivas, y encontramos muchos indicios de que es un escritor experimentado: el vertiginoso ritmo de su prosa, la acertada elección de cada palabra, la combinación de textos introspectivos con salvajes escenas de acción y un dominio del lenguaje narrativo que se mantiene durante las más de 400 páginas del thriller. Imposible creer que es una primera novela.
Creemos que Carmen Mola es en realidad un hombre por varias razones. Primera, porque a la pregunta de qué coche le gustaría conducir responde: “Un Lada, claro”. ¡ Un Lada! Apenas hay mujeres que sepan lo que es un Lada (ni yo ni ninguna de mis veinte amigas más cercanas lo conocemos). Segunda: a la pregunta de si tiene hijos, contesta que sí. Mola sencillamente ha admitido que los tiene. Nada más. Podría ser. Pero sospechoso.
Tiene entre cuarenta y cincuenta años, porque cuando le pregunto si veía Falcon Crest contesta: “No te creas que la veía mucho, prefería Hotel”, aquella serie protago- nizada por James Brolin y Connie Sellecca que fue emitida a mediados de los 80 siguiendo el empalagoso modelo de Vacaciones en el mar: cada episodio culminaba en un final feliz no exento de moralina. Algo muy distinto de lo que se percibe en La novia gitana. Es de Madrid y vivió durante una época cerca del Rastro “Mi relación con el mundo gitano se limita al vecindario que conocí: durante una época de mi vida viví muy cerca del Rastro”. Ahí aprendió sus costumbres y hábitos... Su personaje, una informática sexagenaria, de nombre Mariajo, es un personaje inspirado en una persona real, una mujer similar también experta en un tema del que aparenta no saber nada, en este caso, la mecánica. “No vive de eso, pero es capaz de cambiar cualquier parte del motor con sus manos”, asegura.
Escribe bajo seudónimo y su supuesto debut literario, ‘La novia gitana’, va ya por la quinta edición en solo cuatro meses. Le hemos hecho un breve interrogatorio por e-mail y conocemos mejor que nadie a este escurridizo genio, aunque todavía no lo sabemos todo