¿CÓMO LO LLEVAS, AMIGO? L
Andrés Calamaro me invita junto con unos pocos a oír su nuevo disco, Cargar la suerte. Disculpa la osadía, maestro: cuando lo escuchas, uno tiene la sensación de ser un poco más de lo mismo. No me malinterpretes: hay canciones preciosas y potentes con frases afladas, como El amor en tiempos del ibuprofeno. ¡Qué cool! Pero la música es tan limpia que no parece que te hayas ensuciado. Aunque tampoco creo que fuese necesario: has sabido rodearte de músicos de nivel como Mark Goldbenger o Brandond Field, aunque quizás abusaste de Rich Hinman con la técnica slide. “Alguien que no tenga ni idea de jazz que ni se moleste en audicionar”, nos advertiste un poco sobrao. a guitarra, ese instrumento cada vez más despreciado por los jóvenes, es la protagonista de todas las canciones de tu disco. Quizás sea la particular forma que tienes de reivindicar las seis cuerdas, pero sin olvidar que allí fuera siempre está latente ese público juvenil enfadado con el mundo y que ahora se identifca más con el hip-hop. ¿Por eso te atreviste con una canción de rap? En el nuevo disco se notan las esperas infernales en los aeropuertos y los amigos ‘delincuentes’ que dejaste atrás. Cargar la suerte es un disco nostálgico, pero enérgico. Es ese viejo torero que mira al animal con ofcio. Sin miedo pero con respeto.
“Para esta película no puse red: ha sido un salto al vacío”